VALÈNCIA. Son las doce de la mañana de un sábado 29 de junio. Huyendo del calor, más de seiscientas personas se resguardan en el Teatre Principal con un mismo objetivo: escuchar, ver y sentir a Amaia, una artista tan reconocible que no necesita que se le nombre con su apellido. La pamplonica, saltándose la hora del vermut, se sube al escenario del Principal para conversar con Carlos Madrid, director de Cinema Jove, sobre cine, música, su paso por Operación Triunfo (OT) y sus referentes.
Lo hace horas antes de recibir el Premio Un futuro de cine, en la gala de clausura del festival, que le otorga este galardón por su papel en la serie La Mesías, dirigida por Javier Calvo y Javier Ambrossi -también conocidos como “los Javis”- en la que da vida a Cecilia, la hermana "más musical" de la familia Puig-Baró, un personaje con el que no sólo comparte la pasión por la música. Con un tono amable, y mostrándose muy agradecida con el público valenciano, Amaia se sube al escenario cuando se atenúan las luces y comienza la conversación con su clásico “madre mía…” seguido por un agradecimiento a quienes le reciben, lo que hace estallar en un “qué ilusión, jo”.
Lanzando corazones al público, al que ya tiene en el bolsillo con esas cinco palabras, comienza a conversar con Madrid sobre los inicios de su carrera en OT en el año 2017, donde se alzó como máxima ganadora con tan solo 18 años. Haciendo memoria destaca que en el concurso siempre se sintió “muy querida y respetada por el público y por la discográfica” y que en ese momento su mayor hándicap era no saber exactamente lo que quería hacer: “No sabía cuál era mi camino, pero siempre he querido ser fiel a mí misma y hacer lo que me gusta”, señala la cantante y actriz. Ahora, siete años más tarde, sigue respetando ese mantra con todo lo que hace, hasta con la actuación.
Es por ello que se decide a formar parte de La Mesías, serie a la que -irónicamente- llega porque “los Javis” le habían “echado el ojo” dentro de OT. Confiesa que cuando entró en la serie no tenía muchos recursos actorales, por lo que se dejó llevar por los directores y por sus compañeros de reparto, como Macarena García, quien también recibió el premio Un futuro de cine en el año 2013. Junto a ellos logra “librarse del miedo” y trabajar en una serie que le hace descubrir mucho sobre ella misma y sobre su manera de aprender tanto en lo interpretativo como en lo musical, donde se deja guiar por sus instintos: “Bajo mi percepción, la formación actoral es importante, pero no fundamental".
Coincidiendo con el rodaje de La Mesías la cantante prepara también el que será su nuevo disco, Si abro los ojos no es real, en el que se nutre de su trabajo dentro de le la serie: “El hecho de que estuviera haciendo paralelamente el disco me ha servido mucho para trabajar con referencias visuales y me ha servido bastante. En el universo creativo no me pongo en contra de nada”. Ahora, aconsejada por su director creativo -y pareja- Daniel 2000 confiesa que está dejándose llevar por su lado más creativo para este disco, en el que se construye a ella misma como personaje aunque siempre creando "sin mucha prisa".
Sorprendida por el éxito que ha alcanzado, La Mesías admite que en el momento en el que le propusieron formar parte de la serie -para ella, todo un reto- ya sabía que podía ser algo muy trascendente e importante en su carrera, algo que le hacía sentir con “bastante miedo”. Dando vida a Cecilia, una apasionada por la música, contempla que este tipo de roles le ayudan a seguir una "carrera coherente", en la que se plantea los proyectos de cine y series siempre y cuando "tengan que ver con ella y le apasionen".
Prueba de este "match musical" es el grupo que se conforma en la serie, las “Stella Maris”, que pretenden imitar al grupo religioso “Flos Mariae”. Tras el éxito rotundo del grupo fueron invitadas la pasada edición del Primavera Sound a actuar como grupo, algo que en la lectura que plantea Áurea Ortiz puede resultar un poco "banal", al frivolizar el relato oscuro que se esconde tras la familia Puig-Baró, cuyas hermanas ahora se "sacralizan como icono pop y producto comercial para su explotación". A esta lectura Amaia ha respondido que no considera que la serie sea "frívola" respecto al relato de Flos Mariae y que se trabaja “desde el respeto y el buen gusto”: “Tras estrenar la serie no se recibe una crítica desde el sector religioso, se trata todo desde la libertad. En La Mesías no se critica la fe, sino todo lo contrario”, ha querido destacar la actriz.
Comparándose con su personaje, Amaia ha aprovechado el coloquio para recordar su paso por un colegio católico, en el que era la solista del coro de la Iglesia y donde le apasionaba “todo lo que tuviera que ver con la música religiosa". Aunque, desde el presente, confiesa que sus referentes musicales son discos como Brat de Charlie XCX o Supernova de Ralphie Choo. Reconduciendo la conversación hacia lo audiovisual, Amaia ha confesado que la preparación de su nuevo disco le ha mantenido lejos del cine, pero que lo último que ha visto y disfrutado ha sido Inside Out 2. Preguntada por las películas que podrían relacionarse con su nuevo trabajo, ha querido citar clásicos como Charlie y la fábrica de chocolate o El mago de Oz, y también las películas con “Joselito o Marisol de los años 60”.
Respecto a su futuro en el mundo del cine, y respetando sus ideales de mantener una línea “coherente", ha aclarado que de momento está abierta a todo tipo de papeles como actriz -haciendo un llamado a trabajar con Almodóvar- y que, aunque le gustaría seguir aprendiendo de este universo, su ocupación principal es ser cantante: “Estoy abierta a otros trabajos y me veo haciendo algunas películas, la música es una parte de mi, pero soy muchas otras cosas”, ha señalado la premiada. Entre una enorme ovación, Amaia se ha retirado del escenario, tras una media hora de coloquio, agradeciendo al público valenciano su voluntad de creer en ella y en su “futuro de cine”.