ALTE. A Mayte Pardo se le ilumina la cara cuando recuerda los comienzos de Althaia. La historia de esta marca de cerveza artesana es en parte la historia de su relación con su marido Jorge Sánchez, un fanático de la cerveza que comenzó hace más de cuatro años a producirla en casa. “Yo soy enóloga -apunta Mayte- y cuando conocí a Jorge él me dijo que hacía cerveza, era un home breewer. Como yo me dedicaba al mundo del vino le dije: "Vamos a probar tu cerveza. Resultó que estaba muy buena, así que fue fácil decir 'con esto se puede hacer algo', tenía mercado. Entonces Jorge me confesó que él ya llevaba dándole vueltas a la idea de dar el salto comercial con su cerveza desde hacía tiempo. Y me confesó que era su sueño, poder vivir de hacer cerveza artesana.”
La venta de un inmueble les permitió obtener el dinero suficiente para realizar la inversión necesaria para montar la empresa, sita en la Plaça dels Furs de Altea, y donde ahora misma producen una media de 5000 litros al mes. “Una vez abrimos las puertas de Althaia Artesana, del mismo modo que llegaba mucho turista amante de la cerveza entró por esa puerta quien es ahora nuestro amigo y socio, Jens Moudal, un noruego de la edad de nuestros padres realmente. Nos contó que él en su país hacía cerveza artesana, y nos preguntó si podía hacer una cerveza con nosotros. Le dijimos que sí, vino al tiempo e hicimos la Cap Blanc.” Jens no solo se convirtió en un buen amigo sino también puso en las manos de Jorge y Mayte sus conocimientos y su experiencia en la producción de cerveza artesana.
“Básicamente surgió la amistad y con ella fuimos mejorando nuestro producto. Jens venía por aquí a menudo, se interesaba por cómo nos iban las cosas, y ya el año pasado nos preguntó si podría entrar en el negocio con nosotros”. La cervecera que había creado Jens en Noruega fue una de las pioneras de este movimiento de cervezas artesanas en Europa. Tras iniciar su colaboración con Althaia, “Jens vendió sus acciones en la cervecera noruega se vino aquí y la verdad es que se le veía con ilusión de volver a iniciar un proyecto como este. Volver a hacer lotes pequeñitos. Volver a preocuparse más por el producto que por los números, ponerle más atención a la calidad.“ Mayte y Jorge ya habían iniciado un trabajo basado en la búsqueda de la calidad y muestra de ello fue su preocupación por la calidad del principal elemento de la cerveza: el agua. “Cuando comenzamos con este proyecto lo primero que hicimos fue pedir analíticas de aguas para ver la calidad del agua. Y resulta que en Altea tenemos muy buenas aguas. Aún así son aguas muy duras, tienen mucha cal y hacemos una pequeña descalcificación. Pero no tocamos el resto de los parámetros”.
Poco a poco comenzaron a comercializar diferentes cervezas; estacionales, IPA, de trigo, y se preocuparon de conocer la opinión de los expertos, de los restauradores de la zona, porque tenían claro que la cerveza artesana es un producto de consumo local, y que es el entorno más cercano, en este caso las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa en lugar donde primero tenía que ser aceptada y consumida su cerveza. “Desde que empezamos, tuvimos claro que la cerveza artesana es un producto local. Aunque tenemos un poquito de exportación, tiene que enfocarse a un mercado local, porque cuanto más fresca está y más cercano es su consumo más rica es la cerveza. Incluso nos fijamos en eso cuando creamos la marca. Apostamos por el pueblo y apostamos por la Marina Baixa y la Marina Alta. Contactamos con muchos restaurantes de la zona para que probaran nuestra cerveza en el mayor número de sitios posible y desde el principio restaurantes de los más importantes de la zona apostaron por nosotros, supongo que vieron potencial o vieron calidad en nuestra cerveza... Ca Joan fue de nuestros primero clientes, Chef Pirata, El Cranc, Ca Jaume”.
Así, con un modelo de negocio muy comedido y con algo de slow life spirit aplicado a la empresa, Althaia se ha ido afianzando en el mercado y ha conseguido un nivel de calidad reconocido en el último Barcelona Beer Challenge; donde solo otra cervecera consiguió más premios que Althaia. “Nos lanzamos a este primer concurso Barcelona Beer Challenge cuando apenas llevábamos un año y poco más en el negocio. Pensamos que era el adecuado porque era en España y especializado en cerveza artesana. La primera vez presentamos cuatro cervezas que era las que teníamos. Y nos llevamos medallas en todo lo que presentamos. Nos llevamos una plata y 3 bronces. Competíamos con más de 500 cervezas de 16 países, lo que fue ya muy buen comienzo. Fue como el empujón que necesitábamos. Los concursos tienen costes, pero tal y como fue el año pasado, decidimos volver. Este año presentamos 8 cervezas y hemos mejorado las notas, hemos obtenido dos oros y dos platas. De hecho quedamos como la segunda cervecera con más premios”. De este modo Althaia se convirtió en la segunda marca de cerveza más premiada y la más galardonada de la Comunitat en el Barcelona Beeer Challenge 2017.
Hoy, Althaia puede adquirirse en las tiendas de bebidas alcohólicas de Noruega conocidas como vinmonopolet, cuya licencia de explotación es otorgada por el estado. Además, el buen hacer comercial de esta pareja de jóvenes empresarios les ha llevado a abrir mercado también en Dinamarca e Italia. “Tenemos algo de venta en Noruega. Solo hay dos cervezas artesanas que se venden en vinmonopolet, una empresa pública en Noruega. Ahora hemos empezado a suministrar a un cliente en Dinamarca y también tenemos un poquito de distribución en Italia”. Pero sobre todo, el éxito Althaia está en la búsqueda continuada de un producto de la mejor calidad que se adapte a los gustos del cliente”.
Nuestro mayor reto es la mejora en la calidad, queremos conseguir hacer la mejor cerveza de la zona y si podemos, pues la mejor cerveza de España, Ese en nuestro principal reto.” Dentro de poco más de un mes Althaia celebrará su tercer aniversario, y tiene mucho que celebrar porque en estos momentos es una de las mejores cervezas artesanas que se elaboran en España.