ALTEA. El Ayuntamiento de Altea ha adjudicado la gestión del Centro Integral de Mayores (CIM) a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por el Grupo Lagunduz y la Fundación Salud y Comunidad. Así lo refleja la resolución de la Junta de Gobierno Local, que establece el contrato en 624.628,08 euros por los tres años de ejecución así como las mejoras que tendrá que efectuar en este tiempo. La de esta UTE ha sido la única oferta presentada durante el proceso de licitación.
Como ha venido contando este diario, el centro es abierto, no residencial, y está dirigido a los empadronados de Altea que tengan cumplidos los 60 años, o de no tenerlos, ser jubilado o pensionista de más de 49 años. En él se cubren aspectos como la rehabilitación y fisioterapia, atención social y psicológica, de ocio y convivencia, de podología, de peluquería, de talleres ocupacionales, y disponen de cafetería y comedor.
Entre los diferentes compromisos adquiridos por la UTE, la empresa renovará durante la primera anualidad el equipamiento informático conforme a las especificaciones, características y condiciones que constan en el Anexo IV del Pliego de condiciones Técnicas. La licitación proponía una mejora de acceso gratis a12 personas en los talleres, para lo que las empresas lo han subido a 18 en total. El número de sesiones requeridos era de 30 y se establecerá en 60 anuales para los diferentes servicios de fisioterapia, hidroterapia, podología, peluquería, psicología, y otros, excepto cafetería-comedor.
Ofertarán nueve actividades al año de convivencia de tipo cultural o lúdico que se desarrollen fuera del centro, cinco más de lo que pedía el pliego. Ampliarán de seis a 31 los talleres ocupacionales y el servicio de cafetería-comedor tendrá 40 servicios de almuerzo o comida de manera gratuita al año
El centro cuenta con un departamento de información y asesoramiento en materia de Servicios Sociales y otros temas de interés para este segmento de la población. Además, hace una labor importante para recuperar en lo posible la autonomía de los usuarios y su autoestima necesaria para la realización de las actividades de la vida diaria.
Entre otras cuesiones, el contrato de gestión de servicios públicos del Centro Integral para Mayores (CIM) obliga al adjudicatario a revertir al Ayuntamiento el inmueble con sus instalaciones, equipamiento, mobiliario y demás elementos materiales e inmateriales afectos al servicio, debiendo entregarlos la empresa concesionaria en correcto estado de uso, en el momento de finalización del contrato.
Además, la documentación recoge que en la primera y segunda planta se ubican las viviendas sociales para personas mayores, si bien éstas no forman parte del CIM, pero existe una comunicación interna entre ambos.
