Guillem Miró elige una alquería para el rodaje de 'Mario', su nueva película 

VALÈNCIA. Palma de Mallorca se traslada a una alquería a medio camino entre Godella y Borbotó. Allí, la familia y los amigos de un joven, Mario, se conocerán por primera vez para darle una fiesta sorpresa; y a raíz de compartir historias de este, empezarán a conocer la cara oculta de su vida.

El director mallorquín Guillem Miró es el responsable de que esto suceda. Mario es su nuevo largometraje, que se rodará mayoritariamente en Godella. Estarán tres semanas produciendo las escenas de interior en esta película “coral” y conversacional, y más tarde viajarán a Soller y Palma para rodar los exteriores, para los que prevén una cuarta semana de rodaje.

El equipo de rodaje ha tomado la alquería para montar tres sets naturales: el salón, la cocina y una habitación. Estas habitaciones serán testigos de la deconstrucción de la imagen que la gente más allegada de Mario tiene de él. El giro de la película es, como una persona admirada por todos sus seres queridos, empieza a convertirse en el blanco de todas las sospechas. “La película cuestiona directamente qué es lo que sabemos realmente de las personas que queremos”, plantea Guillem Miró en la visita al rodaje.

“La mayoría de cosas que nos dicen que hacen las personas que queremos se basan en la confianza. No puedo saber con certeza si mi novia pasa ocho horas exactamente en el trabajo o sí tú no eres periodista sino un tipo que se acaba de colar por aquí. La película se pregunta qué pasaría si una persona aprovechara estos vacíos, hasta dónde podría llegar”, desarrolla.

Mario, el protagonista, es una persona reservada que, por ejemplo, no ha presentado su novia Antonia a sus amigos, o que ni siquiera le ha hablado de ella a estos. Con motivo de una fiesta sorpresa, esta les invita, y al cruzar información e historias, las piezas que antes encajaban, empezarán a hacerlo de otra manera, llevando (no solo) al protagonista a una situación límite, sino también a las personas que le rodean, que empezarán a sospechar de él. En el set, mientras está el equipo descansando, el salón es una fiesta abandonada, y una televisión rota con una fotografía de la pareja destaca entre el atrezzo.

Miró explica que el desarrollo del guion ha sido un continuo trabajo de reescritura para pulir una película sostenida con el guion y su interpretación. En la puesta en escena, los planos tienen que retratar la situación de tres o cuatro personajes a la vez, cada uno con un sentimiento y un deseo diferente —explica el director—, y la cámara también vivirá ese cambio de ritmo entre la tranquilidad y la alegría del primer momento de la película y el nerviosismo que sentirán los personajes conforme vaya avanzando: “La película empieza hablando de los extraños que llegan al hogar y no se conocen, y acaba con una persona conocida que se convierte en un extraño que no quieren en el hogar”.

El reparto de Mario reúne a destacados actores, con especial mención a Glòria March, actriz valenciana reconocida, por ejemplo, por su trabajo con Icíar Bollaín en La boda de Rosa. March, con una sólida trayectoria, interpreta a Antonia, la novia de Mario y una de las que más se resiste a creer todo lo que su pareja ha engañado a la gente. “Cuando leí el guion yo vi una historia de maltrato que también reconozco en otras mujeres que han configurado una vida con una persona que creen que va a salvarlas, cuando es ella la que debería salvarse de él. Yo, en un primer momento, no identifiqué que fuera una comedia, aunque tenía sus gags. Fue en el casting cuando lo entendí y tuve que hacer un click. Aunque sigue siendo una historia de maltrato, claro”, cuenta.

Su personaje también es la que, por incrédula, también equilibra las sospechas a Mario que empiezan a sumarse. “La verdad es subjetiva, y en esta película se ve. ¿Todo lo que se dice de Mario es cierto? Antonia es un punto de equilibrio, en este sentido”, añade.

A ella se suman el mallorquín Miquel Gelabert, habitual en las obras de Miró, y Jaume Madaula, quien interpretará al protagonista Mario. Madaula, parte de una reconocida familia artística, ha brillado en producciones como La Riera y Antidisturbios. Daniel Bayona, conocido por Maricón Perdido, y José Pérez-Ocaña, visto en Mira lo que has hecho, y Aimar Vega, que ha actuado en Los pequeños amores, también participan. El reparto se completa con Alba Pujol o Raquel Ferri, con papeles destacados en Nit i dia y Los renglones torcidos de Dios, respectivamente.

Corte y Confección de Películas, la valenciana Nakamura Films y Somera Films, producen este nuevo largometraje, que cuenta con el apoyo del ICIB (Institut d’Indústria i Cultura de les Illes Balears) y del IVC (Institut Valencià de Cultura), de IB3 y À Punt. El film llegará a los cines en 2025 de la mano de Filmax.

Por su parte, Nakamura Films quiere seguir con su estado de gracia, tras el exitoso paso por salas de La casa, de Álex Montoya, que se ha posicionado como una de las películas españolas independientes del año, y el Goya a Mejor Documental gracias a Mientras seas tú, de Claudia Pinto.