VALÈNCIA. Cuando la cineasta Almudena Carracedo arranca cualquier charla comienza con una frase del también cineasta y director Paul Robson, que dice lo siguiente: “Los artistas son los encargados de preservar la realidad, las anclas de la civilización”, y añade: “La brújula de la conciencia de la humanidad”, solo así se puede entender su trabajo. Bajo esta premisa esta directora y productora de cine documental cuenta con más de 40 premios internacionales a sus espaldas por su obra El Silencio de los Otros, un film en el que ahonda en la historia de la lucha silenciada de las víctimas del régimen de Franco junto a Robert Bahar. Por este documental ambos recibieron el Premio del Público en la Berlinale, el Premio Goya al Mejor Largometraje Documental, el Emmy al Mejor Documental, y la película fue preseleccionada para los Oscars.
La también Doctora Honoris Causa por la Illinois Wesleyan University visita este miércoles, 22 de mayo, el campus de la Universitat Politécnica de Gandía dentro del marco del festival de cortometrajes universitarios Polifest, en el que imparte una clase magistral sobre cómo genera sus documentales. En esta repasa también su último trabajo: No estás sola: la lucha contra la manada, una película documental producida en secreto en la que viaja a los Sanfermines del 2016 para revisar el caso de “La Manada” recorriendo los acontecimientos sucedidos a través de las palabras de las víctimas supervivientes y de personas cercanas a los hechos que comparten sus testimonios por primera vez. Un documental que, para Carracedo, “expone, gradualmente, las costuras del machismo en la justicia, los medios y la sociedad, y muestra cómo un movimiento cambió la manera en que un país afronta la violencia sexual hoy en día”.
En palabras del director del festival, Pablo Morales, la presencia de Carracedo en el Polifest ayuda a los alumnos a comprender el cine documental desde la experiencia y no sólo desde los parámetros académicos que se abordan desde la UPV: "Como comunicadores tenemos que dar voz a la experiencia, se nos enseña mucho como trabajar en la industria y hacer los formatos pero se enseña poco sobre el compromiso social que debemos tener y cómo tenemos que tratar una historia para que llegue", añade el coordinador del festival, quien considera que Carracedo es de las mejores en España para aportar este punto de vista único. Antes de acudir al festival, Carracedo conversa con Culturplaza sobre algunas de las claves que abordará en esta clase magistral en la que repasa su trabajo de cara a los alumnos.
-¿Cuáles son tus expectativas de cara a esta clase magistral?
-Estoy muy feliz de que haya salido hacia delante porque muchas veces por otros compromisos resulta imposible. Me gusta mucho la docencia y servir como granito de arena de inspiración, creo que cuando estamos empezando vemos muchos perfiles que parecen como intocables pero lo interesante es contar desde la humildad y la sinceridad como empecé y desde ahí animar a que la gente cuente sus propias historias en un momento en el que puede haber tanta diversidad de perfiles y puntos de vista.
-Esos puntos de vista sirven para contar las mismas historias pero desde otros prismas, como haces tú con el documental El silencio de los otros.
-Creo que es muy interesante que personas con perspectivas diversas puedan coger una cámara y un guion y en según que caso aprovechar ciertas oportunidades. En el caso de El silencio de los otros la suerte es contar con una plataforma que permite que esas voces que no se habían escuchado nunca cuenten con su propio altavoz y también nos da el poder para darle un giro de perspectiva a través de los testimonios.
-¿Cómo se trabaja ese punto de vista?
-Nosotros intentamos que el espectador pueda entrar en el documental como si fuera una experiencia única, intentamos que vea la película y salga al otro lado del túnel sintiendo que lo ha visto todo desde otro ángulo. Intentamos que sienta que se ha puesto en la piel de los personajes, que en el caso del documental representan a personas de verdad, para mí ese es el poder transformador de lo que hacemos: ofrecer una historia diferente a alguien que pensaba que lo sabía todo.
"ese es el poder transformador de lo que hacemos: ofrecer una historia diferente a alguien que pensaba que lo sabía todo"
-¿Qué se hace cuando la historia es muy conocida? Como sucede en el caso del documental de No estás sola, en el que se cuenta la historia de “La Manada”
-En este caso nosotros no investigamos ni destapamos ninguna verdad, eso lo hacen los periodistas y los investigadores. Lo que nosotros hacemos es juntar todas las piezas de un mosaico que queda muy difuminado porque en su momento no tenía el espacio para contemplarse por completo, o porque sus relatos quedan muy distorsionados.
-En el documental se repasa el relato desde los testimonios reales, a través de las tertulias y también se recuperan las imágenes de las manifestaciones…
-Para nosotros lo importante es poner esas piezas de cosas que habíamos ido oyendo y pensar en lo grande que es su repercusión. Cuando juntas todas las piezas y coges un poco de distancia de repente entiendes la importancia del conjunto.
-¿Cuáles son las claves para hacer un buen documental?
-Hay que dedicarle mucho tiempo, cariño y ganas. También hay que trabajar con mucho respeto porque estamos trabajando con personas, no con actores, y lo que contemos a través de los personajes tiene mucho valor para la gente. En las películas de ficción las mejores historias son en las que te metes de pleno en el relato y lo vives todo con ese personaje, cuando un documental funciona bien vives con ese personaje entendiendo que es una persona como tú y eso es lo más potente.
-Parece que está habiendo una especie de “fenómeno” con las historias sobre las víctimas y sus casos reales, como ha sucedido con Mi reno de peluche y El caso Asunta, pero también está la otra parte de la historia como sucede con el “caso Julen” en el que la madre ha pedido expresamente que no se “haga negocio con la muerte de su hijo”. ¿Cómo se gestiona la ética en estos casos?
-Antes de empezar cualquier documental hay que pedir permiso, hay que tener en cuenta que en el documental la historia no nos pertenece a nosotros sino a las víctimas. Para nosotros en el caso de No estás sola la línea roja estaba en los detalles y en no mostrar las imágenes filtradas. Hay detalles que no le interesan a nadie más que a los jueces y a las fiscales, nosotros no estamos haciendo un true crime así que contamos los detalles justos para que se comprenda la agresión en sí y nada más.
-¿Cómo se trabaja ese respeto?
-Nosotros tenemos que ayudar a que la historia pueda transformar la realidad, si no entras en un respeto mutuo solo estás explotando la historia. Las personas que participan en los documentales son extremadamente generosas y están contando su historia para ayudar a una transformación social que va más allá de ellas y de ellos.
-¿Qué es lo que no se ve en cámara?
-Todo el trabajo de confianza previo. Nosotros no hacemos una entrevista y nos vamos sino que forjamos una relación con quienes trabajamos, tras un testimonio en cámara hay horas y horas de trabajo que no se ven.
-¿Qué queríais contar en No estás sola?
-Para nosotros la importancia en este documental no está en contar la agresión sino arrojar luz sobre la violencia sexual que viven las mujeres todos los días, queríamos generar esa concienciación social pasando desde el cuestionamiento de las víctimoas
-¿Qué deben aprender los futuros narradores de historias?
-Creo que es muy bonito e interesante empoderar e inspirar a las nuevas generaciones a buscar nuevas historias y nuevos puntos de vista que no se habían contemplado antes, tienen que pensar en hacer la película que a ellos les gustaría haber visto. Si no saben cual es su punto de partida pueden pensar antes en lo que quieren evitar hacer que en lo que quieren hacer y comenzar desde ahí. Necesitamos perfiles que cuenten otras historias desde nuevos puntos de vista, nuevos cineastas que puedan ayudar a concienciar a la sociedad.
Está producida por Fernando Bovaira y se ha hecho con la Concha de Plata a Mejor Interpretación Principal en el Festival de Cine de San Sebastián gracias a Patricia López Arnaiz