'Alma Cocina Viajera', un imprescindible en Churruca   

ALICANTE. En las entrañas de las Galerías Comerciales de la calle Churruca, número 32, se encuentra el restaurante Alma Cocina Viajera, uno de esos sitios imprescindibles y de visita obligada en Alicante. El 30 de septiembre de 2019, cuando aún vivíamos felices y nadie era capaz de conjugar la palabra confinamiento, abrió sus puertas este restaurante de la mano de Ernesto Frutos, un chef de los denominados tardíos, ya que no comenzó a formarse en cocina hasta los 30 años, pero con un currículo impresionante que le ha dado una la posibilidad de codearse con algunos de los cocineros más importantes de nuestro país. 

Tras su formación académica, comenzó su andadura profesional en las cocinas del restaurante Katagorri (Rambla Mendez Nuñez, número 35). De ahí dio el salto directo al restaurante DiverXo en Madrid, a las órdenes del chef David Muñoz, algo que se nota no solo en la gran originalidad de sus platos, sino también en su profesionalidad.

Una vez terminada su etapa en Madrid, vino a su tierra natal donde pasó por varias cocinas, dejando su sello hasta apostar por su proyecto personal en el que, como él mismo relata, prepara "la comida que me gusta, todo aquello que me gustaría degustar en un restaurante y que sin duda buscaría si salgo a comer". 

Sus platos, son un recorrido por su mente, y pese asumir que gran parte de la cocina ya está inventada, su intención es darle una vuelta de tuerca para conseguir sabores indescriptibles con parejas de cama casi inconcebibles. Como ejemplo, en su carta se puede encontrar un strogonoff con soja texturizada; pluma ibérica con cacahuete, cardamomo y trigo; un brioche de ropa vieja y, por último, el maravilloso BellyXo.

"Quien resiste, gana", es el epitafio de la tumba de Camilo José Celay. Y también es eslogan perfecto para definir a este restaurante y a su creador que, pese a sufrir el mazazo de la pandemia meses después de su apertura, ha vuelto a abrir sus puertas con ideas renovadas y con ganas de hacer disfrutar a todo el mundo que desee comer en un entorno diferente como son las dependencias del mítico mercado de Churruca.