ALICANTE. La controversia sobre la falta de limpieza (o sobre la percepción sobre su insuficiencia) en la ciudad de Alicante vuelve a instalarse en el debate político en pleno arranque de la campaña estival. Otro verano más con denuncias vecinales y de los grupos de la oposición -que creen haber encontrado un talón de Aquiles para desgastar al tripartito- con las consiguientes réplicas por parte del equipo de Gobierno.
El anticipo fueron las críticas de PP y Ciudadanos sobre la imagen que ofrecía la escena urbana durante la semana de Hogueras y los días siguientes. Todo, pese a que el equipo de Gobierno ya había anunciado en la semana previa a las fiestas de San Juan que se había concertado un refuerzo en el servicio por el que la adjudicataria de la contrata (una UTE participada por FCC, Cespa, Inusa y Ortiz e Hijos) se hacía cargo de la contratación de 37 nuevos operarios, sin coste adicional para el Ayuntamiento.
El dispositivo se dio a conocer tras un encuentro mantenido por el alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), y el edil de Limpieza, Víctor Domínguez (Guanyar), con vecinos y empresarios del sector hostelero. En ese paquete de medidas de refuerzo, además, se incluía la puesta en marcha de un sistema de retirada de contenedores a las 17:00 horas, de modo que se daba pie a doble servicio de recogida de residuos para la hostelería: el vespertino y el nocturno. El objetivo: evitar problemas de olores, que se difundiese una imagen de suciedad y que cualquier ciudadano pudiese usar esos contenedores instalados en el centro para depositar su bolsa de la basura a destiempo.
El siguiente encontronazo tuvo lugar en el pleno de junio. De nuevo, reproches de la oposición por el retraso en la retirada de restos de residuos de las hogueras. El tripartito respondió a las críticas con el argumento de que la ciudad había superado las expectativas de visitas, con más de 300.000 personas en la calle en algunas jornadas.
En esa tésis insistió el primer edil, ante los micrófonos de Radio Alicante, el pasado viernes, cuando volvió a reiterar la puesta en marcha de ese refuerzo en el servicio y pidió tiempo para poder evaluar sus resultados. Además, también anunció la puesta en marcha de un programa de sustitución de una especie concreta de arbolado, las jacarandas, que habían proliferado por su bajo coste para los urbanizadores y que estaban generando problemas de suciedad al sufrir el efecto de una plaga que provocaba la caída de sus flores y la generación de líquidos con la consiguiente rastro sobre aceras y pavimento.
Las plagas fueron, precisamente, el siguiente escalón del debate. Echávarri también sostuvo en el transcurso del pleno de junio -igualmente en otra apelación de los partidos opositores- que se iba a instar a la Mancomunidad de l'Alacantí (responsable de los tratamientos) a que explicase el programa de prevención que se estaba aplicando en Alicante para justificar las aportaciones municipales. Así lo hizo personalmente en la reunión de la Mancomunidad del pasado viernes, en la que, además, se acordó celebrar una reunión específica sobre ese asunto y sobre las posibilidades de ahorro en el funcionamiento de ese organismo.
La siguiente embestida ha llegado este martes, a través de un comunicado del grupo municipal de Ciudadanos en el que su portavoz, Yaneth Giraldo, insta al equipo de Gobierno a "apretar a la contrata de la limpieza" para que cumpla con sus obligaciones. A su juicio, "y de forma simultánea, es preciso potenciar las campañas de concienciación cívica así como hacer cumplir las sanciones previstas en la ordenanza de limpieza y es que este nos concierne a todos, la realidad es la que es, y Alicante presenta un aspecto muy lamentable". Ciudadanos recuerda, en este contexto, el malestar expresado por varios colectivos vecinales como los del PAU 2 o los del barrio del Pla, "sumándose al permanente goteo de protestas en las últimas semanas". "Lo que no sirven son pretextos peregrinos como culpar al turismo de disparar la basura, llevan ya dos años de Gobierno municipal como para ser conscientes de que Alicante es un destino turístico y que por tanto se debe instar a la empresa a que reorganice la plantilla como es debido", ha puntualizado la edil.
"Si el concejal de Limpieza Víctor Domínguez no ha sido ni capaz deponer en marcha la auditoría de la contrata, y estamos a julio, tal vez sea porque piensa que todo está perfecto", ha añadido la portavoz recordando a su vez que hace ya un mes, en una mesa de trabajo, Domínguez aceptó que para la auditoría de este año, a propuesta de Cs, se midiera los parámetros de calidad del servicio. "Estamos hablando del principal gasto anual del Ayuntamiento, 35 millones de euros, junto con el servicio de transporte, y hay que dejarse de frivolidades; antes de proponer pagar más por el servicio hay que hacer los deberes bien hechos", ha subrayado Giraldo.
En realidad, lo cierto es ya existe una primera campaña de concienciación (con el eslogan "Costumbres basura") en marcha desde primavera y, este miércoles, se prevé presentar otra específica sobre la limpieza de Playas.