VALÈNCIA. A Reyes Pe no le gusta definirse como artista, prefiere que se refieran a ella como ‘buscadora’ o ‘exploradora’, o tal vez ‘química autodidacta’… cientos son las palabras para definirla, pero artista no es una de ellas. También parece, al mismo tiempo, que de su imaginario queda vetada esta idea de ir a lo simple, en sus proyectos consigue “complicarse la vida”, con todo lo que hace. Su nuevo reto, con lo que ha decidido estrujar su cerebro, es un proyecto de Falla que pueda degustarse a través de todos los sentidos, en la que la vida y la muerte hacen un baile sobre el serrín en Per molts anys, un trabajo que podrá "no solo verse" en la Falla Castielfabib el próximo 2023, en la que será la despedida de Reyes de este tipo de proyectos: “Siento que he hecho lo que tenía que hacer, me apetecía el colofón con una falla grande. Me veo preparada para despedirme y celebrar ahora”.
El tema central es la vida, algo que a Reyes le provoca una curiosidad especial desde que tiene uso de razón. En su boceto mental, entre otras cosas, entra la idea de dirigirse a todo tipo de públicos para trasladar este mensaje universal, a través de una falla grande y una infantil: “Para mí no hay diferencia entre ambas, en cualquier casi nunca el tamaño de una falla determina a qué público va dirigido, es parte también de la idea”. El mensaje es algo universal, comprendiendo de forma evidente que todos nacimos y morimos, y que eso nos une a todos. Para Reyes era evidente evidenciar que al final la vida tiene que ser una despedida, una celebración y un colofón en cierto modo de sus obsesiones: “Mi obsesión está en la idea de celebrar, por ejemplo, tanto la vida como la muerte. Quería analizar como cumplir un año es acercarte a la muerte y a la vez significa crecer, el proceso de la vida me parece algo increíble y me gusta hablar de esto”.