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Una detrás de otra

  • El estado actual del entorno de La Goteta.

Todo empezó con las gotas de un chorrito de agua de un manantial. El agua de esta fuente natural pasaba por lo que fue un lavadero -del que ya solo queda el recuerdo- donde las mujeres del cercano barrio del Pla iban a limpiar la ropa. Piensen que no siempre hubo lavadoras. Hasta que inventaron esos electrodomésticos, la ropa se lavaba a mano por donde corría el agua limpia a la vera de los ríos o en estos lavaderos donde se remansaba el agua. Bajo un techo a dos aguas y poco más, sobre unas piedras donde apoyar la ropa, la lavaban con jabón y luego la enjuagaban en el agua que después seguía su curso por una acequia, rauda y traviesa, ladera abajo, en este caso en busca del mar. Era un momento donde las mujeres hablaban entre ellas de todo y de todos. Y donde intentaban arreglar el mundo con sus dimes y diretes, sus aspiraciones y sus sueños.

El manantial fue tapado con la ampliación de la carretera por la avenida de Dénia en Alicante, aunque esto no quiere decir que el agua no corra como corría porque corre poco a poco en otra dirección. Eso sí, el rumor de sus "gotas" se silenciaron para siempre. Así, con el nombre de la "Goteta" todo el que quiera saber el origen de esta barriada tendrá que acordarse de él y conocer su existencia.

Antes de ser barrio, estos campos eran de secano con almendros, teniendo un triste destino. Vean. Alicante fue la última ciudad que se rindió al ejército nacional en la Guerra Civil española (1 abril 1939). Antes de esto, muchos combatientes bien armados del frente de Madrid, de La Mancha y de València vinieron al puerto de Alicante para embarcar hacia el exilio (26-28 marzo 1939). Eran jefes militares del ejército republicano, comisarios políticos y miembros de los Comités de Salud Pública, entre ellos Florián García, Capitán de la 5ª Brigada de Carabineros. "Los que estábamos allí -contó- éramos gentes con cargos, la mayoría era gente importante, con autoridad, con muchas responsabilidades". 

Los barcos en los que pretendían partir, no llegaron nunca. Con anterioridad el Stanbrook, buque inglés, transportó a Orán a miles de exiliados. (Coincidiendo con el 80 aniversario de ese éxodo desde el puerto de Alicante, el cineasta Santiago Gatto inició en marzo de este año un cortometraje que lo recuerda. Es una producción de Nubo Films y tiene por título El último día). Cuando el ejército franquista entró en la ciudad con la División Littorio (30 marzo 1939) y llegaron hasta el puerto se encontraron los dos ejércitos cara a cara. El general Gambara ordenó a los republicanos que se entregaran sin condiciones. Pasadas unas horas de incertidumbre, se rindieron. Fueron conducidos al campo de los almendros en la Goteta a modo de campo de concentración improvisado.

Días después unos fueron liberados, otros fueron conducidos al campo de concentración de trabajos forzados en Albatera. Y por citarlo, dejen que les cuente brevemente sobre él. Este lo construyó el gobierno republicano según el Decreto de Presidencia de la República de 26 de noviembre de 1936. Fue inaugurado por Manuel de Irujo, Ministro de Justicia, el 24 de septiembre de 1937. Tenía 9 barracones, 1 para presos comunes y 8 para "gente de derechas": curas y falangistas, entre ellos. Llegó a tener a 4.000 reclusos. Terminada la Guerra Civil algunos de los que fueron carceleros se convirtieron en encarcelados. Ya ven, paradojas de la historia. Poco después de la llegada de los republicanos al campo de Albatera (1939), los que no tenían causas pendientes con la justicia fueron liberados, como Florián García.

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