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'test drive'

Skoda Karoq 1.0 TSI Ambition DSG 4X2: La magia del downsizing

MADRID. El liderazgo de los SUV en el mercado español del automóvil ha llevado a las marcas en general a no descuidar ningún segmento y a explorar cualquier combinación que sea factible para dar respuesta a lo que les pidan los usuarios.

La firma checa Skoda es un buen ejemplo. Se ha dotado de una gama de todocaminos que empieza con el Kodiaq -que puede equipar hasta siete plazas- y que, por el momento, finaliza con el Karoq, a la espera de que pueda llegar otro modelo por debajo de éste último, como está sucediendo en sus “hermanas” de Grupo: Volkswagen y Seat.

Aunque dos vehículos puedan parecer poco, la diversidad de motores, acabados, tipos de tracción (4×2 o 4×4) y cajas de transmisión (manual de seis velocidades o automática DSG de siete) dan muchas opciones.

El modelo probado por Efe es el Karoq con el motor de gasolina menos potente (el tricilíndrico 1.0 de 115 CV), el acabado de acceso (Ambition), la tracción delantera y la transmisión automática DSG.

El giro de 180º que se está dando actualmente hacia las motorizaciones de gasolina en detrimento de las de diésel ha hecho al Grupo Volkswagen afinar en su estrategia.

Así ha desarrollado motores de gasolina de baja cilindrada y eficientes con prestaciones mayores y en algunos casos similares a las de sus hermanos mayores. A esta tecnología se le llama Downsizing.

Para algunos la respuesta que dan este tipo de motores a bajo régimen es similar a la de un diésel.

Es el caso, con algunas salvedades, del 1.0 gasolina del Karoq probado. Es un propulsor que, con la caja de transmisión de doble embrague, es muy confortable de conducir.

Evita que, en los cambios de relación, la aguja baje más allá de las 1.600 rpm en una conducción sosegada, con lo que el motor no parece perozoso ni falto de potencia.

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