ALICANTE. La investigadora Silvia Rueda Pascual es Ingeniera en Informática y doctora en Ingeniería Informática por la Universitat de València (UV). Actualmente es directora del departamento de Informàtica de la ETSE-UV, responsable STEM UV y coordinadora del proyecto Girls4STEM, un proyecto dirigido al fomento de las vocaciones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), muy especialmente entre las chicas, a través de la organización de actividades de divulgación. Y es que, aunque parezca mentira, el puesto que ocupa Rueda no es habitual entre las mujeres en el país.
De entre las personas matriculadas en carreras STEM , solo el 35% de ellas son mujeres. La presencia femenina cursando este tipo enseñanza es, en concreto, de un 38% en matemáticas y baja hasta el 15% en ingeniería, o al 19% en informática. No solo eso sino que, de ellas, una vez graduadas, su presencia en puestos de responsabilidad como, por ejemplo, un doctorado en informática se rebaja hasta cifras de un 4%. Por eso, Rueda, trabaja en equipo para dar referentes femeninos cercanos, sobre todo a las niñas, para que conozcan el mundo del STEM y se encaminen a estudiar este tipo de carreras. En una entrevista a Alicante Plaza aporta su conocimiento de la materia y su visión de la sociedad.
¿De dónde viene la brecha de mujeres en la formación científica?
No es igual en todas las ramas de STEM. En ciertas áreas sí hay en la universidad estudiando igual cantidad de chicas y chicos. Eso sí, en informática, a nivel universidad somos pocas, en matemáticas nos acercamos al 50% pero si nos vamos a puestos de responsabilidad, como catedráticas ahí casi desaparecemos, siempre somos muchas menos. Hay dos niveles distintos que estudiar. El primer el por qué las chicas no elegimos determinadas titulaciones. Esta respuesta está más relacionada con estereotipos: "esas son cosas de chicos". Las chicas buscan muchísimo vocaciones relacionadas con el impacto social, por eso en ciencia van más a Medicina o Enfermería, se vuelcan ahí. Esto hace que en determinadas STEM haya muy pocas mujeres. Y es que apenas se visibilizan referentes de proximidad. El otro nivel es el de las responsabilidades. Para que no lleguemos a puestos altos, la causa es el techo de cristal, relacionado con los cuidados. Y es que las mujeres, mayoritariamente, nos hacemos cargo de esos cuidados, que, desde mi punto de vista no están valorados. Si los cuidados a niños, niñas y mayores se valoraran más, haríamos un reparto mas equilibrado y no seguiría siendo una renuncia que seguimos haciendo las mujeres.