ELDA. PuppyRide es una correa para perros pequeños, completamente ergonómica, que incluye un depósito de agua en el interior para poder rociar, como si de una pistola de agua se tratara, la suciedad de las mascotas cuando hacen sus necesidades en la calle. También cuenta con dispensador de bolsas para recoger los excrementos; en definitiva, todo lo necesario para un paseo limpio con los canes. De momento es un proyecto que se está gestando en Elda, pero pronto se podrá hacer realidad a través de una campaña de crowdfunding que busca poder materializar, distribuir y comercializar este invento. A partir del próximo 11 de noviembre y durante un mes, quienes quieran apoyar el proyecto, podrán hacerlo a través de la campaña en la plataforma Kickstarter.
Francisco Rullán es el creador de esta idea. Asegura que surgió en 2016, "cuando comenzamos a ver a dueños de perros diluyendo el orín de sus mascotas. Paralelamente, los ayuntamientos empieza a sancionar por ensuciar las calles. Surge la necesidad de llevar una botella de agua, pero nos resulta muy incómodo y poco práctico, pues ocupas tus dos manos. Aquí surge la idea de PuppyRide, una correa con depósito de agua". Ahora el proyecto ya está muy avanzado. Desde 2016 comenzaron a darle forma, según asegura Rullán, mandando hacer prototipos, muy rudimentarios al principio. Tras varias pruebas, el diseño definitivo lo consiguieron gracias a una empresa juguetera de Ibi, que le dio una forma más ergonómica y "amigable" a su invento. Tras varias correcciones de diseño, e incorporando al final un dispensador de bolsas, ya han encontrado el modelo ideal. Incluso cuentan con spot publicitario.
El plan, con estudio de marketing y de viabilidad, está a merced del próximo crowdfunding. De momento, Rullán calcula que necesitarán, al menos 30.000 euros para sacar adelante una primera tirada. "Tenemos en mente dos vías. Si pedimos los moldes y piezas a Asia, con precios más baratos, podríamos conseguir realizar el proyecto con 30.000 euros. Es una opción contando con las tarifas de proveedores e impuestos del continente asiático. La otra vía es pidiendo moldes y piezas en España, que costaría el doble. Quizá en un principio, sería una cantidad muy grande para conseguir un crowdfunding". No obstante, valora Rullán, si consiguieran más dinero del reclamado en esta campaña de un mes en Kickstarter, se podrían plantear realizarlo en España.