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el sur del sur

Patadas debajo de la bandera

  • José Císcar e Isabel Bonig, en la comida de Navidad del PP de Alicante. Foto RAFA MOLINA

Las banderas, y los rivales, suelen unir y tapar disensiones. Este domingo, todos, pero especialmente, gran parte del PP de la Comunitat Valenciana se manifestará unido contra un enemigo común, Pedro Sánchez. Y junto a ellos, por lo menos, un amplia representación de Ciudadanos y Vox.

Y sobre estos dos elementos -Pedro Sánchez es la pieza a batir; y Vox y Cs, la pieza a sobrepasar- veremos como se mueve en los próximos días -si no es que lo hace ya- la política en todos los ámbitos, incluso el local. Estamos en precampaña, es lo habitual.

Ahora bien, que la operación antiSánchez, no nos debe distorsionar de lo que sucede en la Comunitat Valenciana. Aquí, la pieza a rebasar es la misma, aunque más Ciudadanos que Vox, y el objetivo, sacar un escaño más que el Botànic. También lógico: Andalucía le ha dado esa partida extra a Isabel Bonig, y, de momento, las encuestas, a día de hoy, apuntan a ello, si alguna de las partes de la izquierda se hunde y Vox logra materializar en escaños lo que le conceden los sondeos.

Y esa bola extra, no prevista en diciembre, al menos, a principios, ha devuelto a Bonig a su personaje original: ya saben, lo contamos aquí, que la presidenta del PPCV había contratado los servicios de una empresa de asesoramiento para mostrar una cara más amable, a sabiendas de que parte del trabajo de oposición, realizado a cara de perro y con dotes de marrullerismo en algunos de los debates, no había surgido a efecto. ¿Se acuerdan del vídeo del Día de la Constitución? ¿Y de las uvas de Nochevieja, con besos y abrazos entre rivales en las Cortes Valencianas? Pues nada. Era todo mentira. El chute de andalucismo ha vuelto a Bonig a su lugar de origen. Pero ojo, no sólo con los rivales políticos -que sería de entender-, sino con algunos de los suyos.

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