CASTELLÓ. "Ahora el muro físico ya no existe, pero hay uno invisible que sigue dividiendo Alemania. Está en los salarios, infraestructuras, la educación, el desempleo... diferencias que inclinan la balanza a favor de Occidente". Estas palabras las pronunciaba Paco Poyato poco después de aterrizar en Alemania hace cuatro meses. El objetivo del fotógrafo castellonense era precisamente escenificar todas estas cicatrices que tras la caída del Muro de Berlín, todavía hoy dividen la ciudad. Las personas, los lujos y la arquitectura que aparecen en sus retratos bien reflejan una diferencia social, entre este y oeste, que no se puede obviar. La vida moderna y la que no progresó.no tenía intención de que fuera un trabajo político
Así consta, como decimos, en el trabajo fotográfico que Poyato ha elaborado. El muro invisible reúne las imágenes tomadas en ambos lados de la ciudad que el fotógrafo capturó a principios de año, gracias a la Beca Hàbitat Artístic de la concejalía de Cultura de Castelló. ¿Pero, qué fue lo que realmente encontró aquellos días en la capital alemana? Con la covid-19 como gran condicionante, Poyato ha dado luz a una obra que no puede entenderse sin los meses donde la pandemia más nos asfixiaba. "¿Por qué no podemos vivir juntos?", dice uno de los grafitis que el creador encontró en medio de la ciudad.
-¿Han sido suficientes tres meses para documentar la 'división' que existe en Berlín?
-Es cierto que me hubiera gustado estar más tiempo, al menos 15 días más. Aun así, pensaba que me iba a quedar corto, pero como tuve tanto tiempo para centrarme solo en eso, trabajé mucho y creo que ha quedado bastante bien.
-¿Sabías de antemano dónde querías fotografiar o te fuiste encontrando con el material por azar?
-Berlín ya la conocía, había estado antes. También conocía su historia, todos la conocemos un poco, pero igualmente hacia falta un trabajo de documentación. Me fijaba en otros fotógrafos o en las historias que me contaba la gente que había vivido la caída del muro. Es importante hacerlo, porque las otras veces que visité Berlín no salí de la zona del centro; allí conocí a un par de personas que me ayudaron a conocer en profundidad la ciudad. Mi idea era fotografiar ambas partes y plasmar las diferencias que siguen existiendo.