TORREVIEJA. El traslado del Low Festival de Benidorm a Torrevieja para su edición de 2026 supondrá también un cambio sustancial en el modelo de alojamiento de sus asistentes. Más de 20.000 personas acuden cada año al certamen, un volumen que en Benidorm se alojaba mayoritariamente en hoteles gracias a su amplia planta reglada, pero que en Torrevieja deberá adaptarse a un modelo turístico muy distinto, basado sobre todo en las viviendas turísticas y el alquiler de apartamentos.
Según los datos aportados por el Ayuntamiento de Torrevieja, la ciudad dispone actualmente de 2.000 plazas hoteleras, una cifra muy alejada de la oferta de Benidorm, que concentra 20.998 plazas hoteleras, de acuerdo con el Atlas de Contribución Municipal del Turismo elaborado por Exceltur.
En cambio, Torrevieja cuenta con 37.941 plazas en viviendas de uso turístico y apartamentos, lo que refleja un modelo alojativo fuertemente orientado al alquiler temporal. Exceltur sitúa el municipio en el grupo de destinos de costa donde el 67,9% de la oferta turística corresponde a viviendas turísticas, frente a solo un 5,3% de plazas en hoteles.
Benidorm, tercer destino de España en volumen de plazas turísticas, presenta una estructura claramente hotelera: el 49,4% de su planta son hoteles.
Esta configuración ha favorecido históricamente la concentración del público festivalero en establecimientos reglados, con estancias cortas y servicios adaptados al visitante joven. Torrevieja, en cambio, se ha consolidado como un destino turístico residencial, marcado por urbanizaciones, alquileres de temporada y estancias en apartamentos compartidos, una realidad que obligará a los asistentes del Low a organizarse con mayor antelación y previsión, especialmente teniendo en cuenta que el festival se celebrará en plena temporada alta, cuando la demanda turística ya es especialmente elevada.
La llegada de miles de asistentes en esos días podría tensionar el mercado del alquiler vacacional, concentrar flujos en zonas residenciales y exigir una reorganización del transporte y de los accesos al recinto del Parque Antonio Soria, ubicado fuera del centro urbano. Ante este escenario, el Ayuntamiento de Torrevieja prevé trabajar con plataformas de alojamiento y operadores turísticos para facilitar reservas y evitar saturaciones, además de reforzar la información dirigida tanto a visitantes como a residentes para garantizar la convivencia.
El cambio de sede del festival supone también un cambio en la experiencia del público. Si en Benidorm el modelo turístico compacto permitía desplazamientos cortos y una oferta de ocio concentrada, en Torrevieja el festival se integrará en una ciudad más extensa, dispersa y residencial. En este nuevo contexto, el Low será un festival menos hotelero y más de apartamento compartido, un evento que convivirá de forma directa con el tejido vecinal y que requerirá nuevas dinámicas de movilidad y organización.
En otras palabras, con el salto a Torrevieja, los lowers tendrán que reservar apartamentos.