BENFERRI. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha inadmitido el recurso de casación interpuesto por el alcalde socialista de Benferri, Luis Vicente Mateo, y ha confirmado de manera firme su condena a cuatro meses de cárcel por un delito de acoso laboral contra el secretario-interventor del Ayuntamiento. La resolución, fechada el 10 de julio de 2025 y consultada por Europa Press, ratifica la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 3 de Orihuela en marzo de 2023, semanas antes de las elecciones municipales que Mateo terminó ganando.
El fallo, ya firme y sin posibilidad de recurso, obliga además al primer edil a indemnizar al perjudicado con 38.660,80 euros por los días de curación y 3.914,74 euros por las secuelas derivadas del daño psicológico sufrido. El secretario-interventor llegó a estar de baja tres veces entre 2015 y 2018, con periodos prolongados de incapacidad laboral.
Un conflicto tras reforzar la fiscalización de gastos públicos
Según recoge la providencia del Supremo, entre el alcalde y el funcionario existía inicialmente “una relación cordial en el ámbito laboral y personal”, que se deterioró a raíz de que el secretario decidiera reforzar sus funciones de control y fiscalización de gastos tras detectar ciertos pagos con cargo al erario público promovidos por el propio alcalde. A partir de ese momento, señala el tribunal, Mateo inició una conducta de hostigamiento hacia el técnico municipal, provocándole un “menoscabo psíquico y una grave perturbación en sus relaciones laborales y personales”.
El Supremo avala los hechos probados por el juzgado oriolano, que describen un patrón continuado de desprecio, aislamiento y acoso profesional. En las sesiones plenarias, el alcalde permitió —y en ocasiones alentó— comentarios despectivos de concejales de su grupo que acusaban al secretario de colaborar con la oposición y le calificaban como “el quinto concejal del PP”, una afirmación que, según el tribunal, menoscabó la imparcialidad y la reputación del funcionario.
“Baja los humos, te doy una orden”
Durante los plenos, el regidor faltó al respeto públicamente al secretario, alzándole la voz y retirándole documentación mientras le espetaba frases como “baja los humos, te doy una orden”. En otras sesiones le negó la palabra o le impidió leer informes técnicos elaborados a petición de los ediles de la oposición, limitando así el ejercicio de sus funciones.
La sentencia describe también episodios de humillación ante otros empleados municipales, como cuando el alcalde le reprendió “a gritos” en su despacho y llegó incluso a impedirle salir del mismo, continuando los gritos después ante testigos en el Ayuntamiento. Esta situación, apunta el Supremo, “menoscabó su credibilidad profesional”.
Pérdida de funciones y “asfixia profesional”
El acoso se extendió también al ámbito organizativo. Mateo dictó un decreto para modificar la relación de puestos de trabajo del consistorio, cediendo funciones del secretario a otros empleados y aumentando sus retribuciones, mientras el funcionario veía reducido su ámbito de actuación y su salario estancado.
Cuando el trabajador se reincorporó tras una de sus bajas, el alcalde le aisló del resto del personal, imponiendo que toda comunicación con el personal municipal se realizara a través del propio alcalde y más tarde por escrito y mediante la Policía Local, una medida que el Supremo considera “inoperativa” y “claramente obstaculizadora” de sus funciones.
Además, le exigía informes en plazos imposibles o sin facilitarle la documentación necesaria, y le prohibió acudir al Ayuntamiento por las tardes, lo que “deliberadamente provocaba que no pudiera cumplir sus obligaciones”, generando así expedientes disciplinarios que incrementaban su “sentimiento de asfixia profesional”.
Señalamientos públicos y desgaste psicológico
La resolución también detalla que el alcalde atribuyó públicamente al secretario la responsabilidad del retraso en el pago de nóminas, con la intención de apartarlo del resto de la plantilla y provocar una reacción adversa entre sus compañeros. El tribunal considera probado que todas estas actuaciones fueron “adoptadas a sabiendas” de su efecto de aislamiento y hostigamiento, con la intención de “minar su estima personal y profesional”.
El funcionario llegó a sufrir un trastorno adaptativo mixto con ansiedad y ánimo deprimido, tras años expuesto a un “ambiente laboral hostil y potencialmente traumático”. El Supremo señala que las condiciones en las que tuvo que desarrollar su trabajo “habrían resultado igualmente dañinas para cualquier persona”.
Condena firme y sin posibilidad de recurso
Con la resolución de la Sala de lo Penal, la condena impuesta por el Juzgado de Orihuela queda firme y definitiva. Luis Vicente Mateo deberá cumplir la pena de prisión de cuatro meses y hacer frente a la indemnización de más de 42.500 euros al secretario-interventor, cuyo acoso laboral se prolongó durante varios años y derivó en graves consecuencias para su salud mental y su trayectoria profesional.
La decisión supone el cierre judicial de un proceso que ha marcado la gestión del alcalde socialista, que pese a la condena revalidó la Alcaldía de Benferri en las elecciones de 2023.