Guerra abierta entre el comisario jefe de la Policía Local de Orihuela, José María Pomares, y el equipo de gobierno. Los problemas vienen desde hace meses, cuando el mando policial pidió prolongar su edad de jubilación, que se cumple este mes de septiembre, a sus 65 años, hasta los 67. Hace unos días, Pomares denunciaba al alcalde, Pepe Vegara y a la edil de Seguridad Ciudadana, Mónica Pastor, por un presunto acoso y discriminación. El Ayuntamiento ha movido ficha y, tan solo unos días después, ha decretado vacaciones para el comisario, alegando que le quedan días por disfrutar antes de su jubilación, el 18 de septiembre, por lo que le da vacaciones hasta entonces.
El Ayuntamiento de Orihuela ha nombrado hasta al sustituto de Pomares, al menos hasta su fecha de jubilación. Se trata de Rubén Selma, un agente que lleva en el cuerpo más de 20 años y que ha ido escalando en los últimos años en la jefatura hasta ser nombrado comisario en 2023, bajo el gobierno de Ciudadanos y PSOE. De hecho, su nombramiento se produjo una vez este gobierno estaba en funciones tras ganar las elecciones el PP, y antes de que tomaran el gobierno junto con Vox.
Pomares no descartaría acudir a la vía judicial para seguir en el cargo hasta los 67 años, si su recurso no prospera. Al parecer, el mando policial se enteró de sus "jubilación forzosa" por los medios de comunicación, y ahora, meses después, ha denunciado al alcalde y a la edil de recursos humanos por acoso.