Todo político que accede a un cargo tiene en mente dejar su impronta, sobre todo si hablamos a nivel local, y más aún, como alcalde de su pueblo.

En el caso de Benidorm, sin embargo, lo que se va a estudiar no es ningún legado positivo, sino la mala gestión y cómo se llevó a la quiebra a la ciudad turística más importante de España, de la mano de su alcalde, Toni Pérez.

Y la pregunta es muy clara: ¿qué seriedad tiene un ayuntamiento que incumple lo que firma? Porque si un ayuntamiento firma convenios urbanísticos y luego no cumple, ¿qué confianza puede merecer a vecinos, empresas o inversores? Ninguna. Esa es la raíz de esta ruina económica.

Señoras y señores, he leído con atención el artículo de Paco Saval en Alicante Plaza y tengo que decirlo: "Es un insulto a la inteligencia de los vecinos de Benidorm".

Primero, porque quien hace esas manifestaciones, aunque nos sorprenda… ¡es abogado! Y segundo, porque querer equiparar un simple escrito del Consell Jurídic Consultiu, que solo resuelve consultas, como su propio nombre indica y ademas no son vinculantes;  con una sentencia firme del Tribunal Supremo de España, eso, señoras y señores, es tener muy poca vergüenza.

Aquí no hablamos de “bulos” ni de “medias verdades”. Hablamos de una sentencia firme del Tribunal Supremo, que obliga al ayuntamiento a pagar más de 330 millones de euros, 47.500 euros de intereses cada día.

Eso no es un invento. Es una condena judicial, consecuencia directa de la nefasta gestión urbanística del Partido Popular.

¿Y qué hace Toni Pérez? Nos quiere vender la moto de que “defiende a Benidorm”, cuando en realidad está intentando tapar el agujero que su propio partido creó.

Porque conviene recordarlo:  esos millones no los van a pagar ni los especuladores, ni los promotores, ni los responsables políticos de entonces. ¡Los vam a pagar los vecinos! .Todos los ciudadanos de Benidorm, con peores servicios, impuestos más altos y un Ayuntamiento hipotecado durante décadas.

Y hay algo que no se dice en ese artículo: su autor, Paco Saval, fue concejal y en su día votó a favor de esos convenios que ahora nos cuestan cientos de millones. Es decir, los mismos que apoyaron esa política urbanística hoy pretenden darnos lecciones de legalidad y responsabilidad. Una contradicción absoluta.

Lo irresponsable es engañar a la gente diciendo que aquí no pasa nada. ¡Claro que pasa! Lo ha dicho el Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial.

Por eso lo digo alto y claro: Menos manipulación, menos victimismo y más soluciones. El afán de protagonismo de su alcalde le va a llevar a ser recordado como el que hundió la ciudad de Benidorm. Está en juego el futuro de todos los vecinos de Benidorm y de la Marina Baixa.

Vicente Pérez Llorens es ex concejal y empresario.