Opinión

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El plumero de Mazón

Publicado: 24/09/2025 ·06:00
Actualizado: 24/09/2025 · 06:00
  • Mazón, junto a la vicepresidenta Camarero.
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La lista de propuestas planteadas ayer por Carlos Mazón en el debate sobre el Estado de la Comunitat pasa el plumero sobre la realidad autonómica. Más o menos, incide en algún punto de todas las realidades que reflejan, o deberían reflejar, sus consellerias. Desde la sanidad, hasta las infraestructuras; de la cultura y la educación a la economía. Háganse a la idea de que la nómina está completa. Aunque no lo está, porque se echan en falta medidas encaminadas a la promoción o el control turístico, que he sido incapaz de encontrar. No se da cuenta el President, o no ha querido darse cuenta, de que en cualquier momento llega la suegra, un vecino tiquismiquis o el mayordomo de turno, y con un solo dedo sobre la repisa de la biblioteca adivina que por allí hace tiempo que no sobrevuela un trapo que elimine de verdad el polvo. Más allá de los efectos de la dana, sobre los que aún tiene mucho, o todo, que explicar, las principales preocupaciones de nuestra sociedad son la vivienda, la precariedad laboral y la masificación turística que ni siquiera da el rendimiento económico que cabría esperar. Y por ahí, Mazón ni siquiera se ha pasado a curiosear.

El tono general de las propuestas es salmódico, casi de documental de animales sin llegar a retransmisión del Tour (este año, la Vuelta a España ha estado un pelín más interesante). Llaman la atención, claro, los peajes que paga al partido que le puede garantizar la gobernabilidad. El jefe del Consell planea sin motor por encima de las medidas antiocupación que tanto preocupan a los de Vox. Pisa con cuidado el apoyo a las familias y las madres en situación de vulnerabilidad, lo cual no tendría por qué estar mal si no fuera porque nacen de la defensa a ultranza de lo que Dios manda. Aparca por un momento la tauromaquia para anunciar un decreto de regulación de la caza. Y, en fin, rubrica que las señas de identidad del pueblo valenciano, llengua inclosa, están guardadas bajo llave junto a un frasco de esencias con olor a rancio. Probablemente, luego tendrá que lidiar con su matrimonio fijo-discontinuo de conveniencia con tanta medida encaminada a la protección medioambiental. Incluida la que premia a los propietarios que mantengan limpio el monte, que tiene una columna como esta en sí misma. Y la de que la ley de Agentes Medioambientales se adecuará a las necesidades reales de la Comunitat. Que suena igual que lo de las señas de identidad.

Uno vuelve a leer el listado y comprueba que el líder popular ha intentado asomar la patita lo menos posible. Y también, que el itinerario ideológico del PPCV es como el propio Mazón en el Cecopi: ni está, ni se le espera y con toda seguridad llega tarde. La mayor parte de las iniciativas precisan de un impulso económico público lastrado por la bajada generalizada de los impuestos que tanto defiende la derecha. Luego, si no pueden cumplir, achacarán su inoperancia a la falta de financiación autonómica, lo cual, en gran medida, es cierto, pero que también debe muscularse a través de los impuestos. Con lo cual, llegamos a la gran paradoja que ancla al PP: pagamos demasiados impuestos cuando gobierna la izquierda, a la que exigimos que nos financie aquello a lo que no llegamos porque bajamos los impuestos cuando gobernamos. De las 44 propuestas, calculo que el 60%, como poco, dejarán una estela de barco sin rumbo. A mí, con que la nueva ley del suelo se quede en nada, casi que ya me valdría. Pero puede que esa sí acabe sembrando de ladrillos el litoral.

 

@Faroimpostor

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