ALICANTE. Natxo Bellido (València, 1975) vuelve a liderar la candidatura a la Alcaldía de Alicante por Compromís cuatro años después. Es, de hecho, el único aspirante que repite como cabeza de cartel entre los partidos que cuentan con representación en la corporación actual tras uno de los mandatos más convulsos registrados a lo largo de la actual etapa democrática en la ciudad.
Él fue uno de los tres líderes del extinto tripartito compuesto por PSOE, Guanyar y Compromís que se conformó tras los comicios de 2015 y apuesta claramente por una posible reedición de esa alianza progresista tras las elecciones del próximo 26 de mayo sobre la base de la experiencia y del aprendizaje respecto a los errores cometidos. Sostiene que Compromís debe ser la piedra angular de esa posible nueva alianza al ser la formación que tiene "el programa más ajustado a las necesidades de Alicante".
Bellido vaticina que los resultados del 26 de mayo sí permitirán la conformación de ese nuevo gobierno, aunque con una diferencia muy ajustada entre el bloque de centro izquierda y el de centro derecha: 15 a 14. Este es su pronóstico personal sobre los resultados que podría deparar la jornada de votaciones: PSPV-PSOE, 7 concejales; PP, 6; Cs, 5; Compromís, 5; Unides Podem EU, 3; y Vox, 3.
-Compromís per Alacant logró un resultado histórico en las municipales de 2015, con 13.582 votos y 3 concejales. ¿Cuáles son sus perspectivas 4 años después?
-Después de este mandato, que ha sido muy convulso e inestable, Compromís sale a sumar y a liderar políticamente que haya un gobierno plural progresista en Alicante. Y esperamos mejorar resultados respecto a 2015. Somos una fuerza mucho más conocida, y yo mismo soy un candidato más conocido. Y además hemos demostrado que somos los más preparados para poder gobernar y para garantizar estabilidad y buen gobierno.
-Los resultados de las generales y autonómicas del 28 de abril no fueron especialmente positivos para Compromís. ¿Cómo cree que van a afectar esas elecciones al conjunto de candidaturas en liza y a la de Compromís en concreto?
-Espero que lo que ha pasado en España y en la Comunitat, pase también en Alicante. Por eso nuestro lema es 'Ara Alacant'. Esa mayoría progresista que posibilita que en Madrid pueda formarse ahora un gobierno progresista, que era una de las cuestiones que se estaba planteando para frenar a la extrema derecha, y aquí, garantizar la reedición del Botànic. Y que esa fuera la única suma posible para formar gobierno; que la suma entre PSOE y Ciudadanos no diese. Esos objetivos prioritarios están cumplidos. Ahora queremos que esa ola progresista se repita en Alicante y ser decisivos en esa mayoría. Además, hay una cuestión clave: no se trata solo de sumar 15 concejales, se trata de construir un buen gobierno. En ese sentido, Compromís va a ser muy exigente. No vamos a dejar que cosas que pasaron en este mandato vuelvan a pasar. Nosotros lo hemos demostrado: somos los más capacitados para estos gobiernos plurales, para poder liderarlos y para poder garantizar que esos gobiernos se enfocarán sobre los problemas de los ciudadanos.
-¿Pero cree que puede reproducirse la tendencia que se dio en esas dos convocatorias electorales? Es decir, que PSOE y Cs suban, que el PP baje...
-La dinámica de las elecciones locales es muy diferente. Hay factores, como los candidatos que entran en juego. Además, esa dinámica del voto útil que benefició al PSOE no va a ser tan fuerte. Y también hemos visto que -pese a que todo voto a la extrema derecha nos parece excesivo-, Vox no ha sido lo que se esperaba en esa burbuja que se había creado o que habíamos ayudado a crear entre todos. Por tanto, creo que la mayoría progresista se mantendrá. Y la gente progresista sabe que, si va a votar, ganaremos. Se demostró el 28 de abril. Espero que esa mayoría progresista se mantenga y que Compromís tenga el mayor peso posible y seamos un elemento decisivo e imprescindible.
-En esta ocasión, Compromís llega con la mochila cargada de dos años y medio de gestión en un tripartito que se descompuso por las diferencias internas. ¿Considera que la ciudadanía les hará pagar la factura?
-Debemos explicar a la ciudadanía que en 2015 ese era el único gobierno posible. Lo más lógico era dar la Alcaldía al PSOE. Compromís, en esa situación complicada que se dio en ese gobierno, fue el único que apostó por el diálogo y por el consenso hasta el último minuto. Nosotros pedimos perdón sobre cómo acabó esa situación y asumimos los errores que pudimos cometer. Seguramente otras formaciones políticas también debieron hacerlo porque tenían más responsabilidades que Compromís en que las cosas no salieran bien. A partir de aquí, hay nuevos actores y eso es positivo. Estamos en un escenario nuevo.
"LO MÁS IMPORTANTE ES QUE SE DÉ UNA SUMA PROGRESISTA. QUE TODO EL MUNDO EN LOS PARTIDOS DE IZQUIERDA DE ESTA CIUDAD DIGA CLARAMENTE QUE ESTÁ DISPUESTO A SUMAR Y QUE NO QUIERE OTROS INVENTOS"
Hemos aprendido, tenemos experiencia en esa gestión del gobierno plural, y me da la sensación de que los buenos proyectos que se iniciaron en 2015 se paralizaron el día en el que Compromís dejó el gobierno. Estoy hablando del Plan de Inclusión Social, de proyectos como la Capçalera, del Plan de Ciudad, de la transparencia municipal y de una forma de entender la gobernabilidad desde el diálogo, desde el consenso, escuchando... que se paralizó cuando dejamos el gobierno. Ahora estamos más preparados, tenemos más experiencia, y toca reeditar un gobierno progresista porque el año que ha gobernado la derecha en esta ciudad solo nos ha servido para recordar lo peligroso y lo infames que son los gobiernos de derechas.
-¿Cuál cree que fue el principal error de esa etapa de mandato del tripartito y cuál fue el principal acierto?
-El principal error fue no entender las nuevas formas de gobernabilidad, de los valores del buen gobierno. No entender que la ciudadanía reclama que la política debe ser diálogo, acuerdo y pensar en los problemas de la gente. No alinear el ayuntamiento con los problemas reales sobre su futuro. Y los aciertos son dos básicos: lo primero, hemos borrado de esta ciudad la sombra de la corrupción; y lo segundo, que hemos rescatado de la ruina al ayuntamiento. Ahora tenemos un ayuntamiento más potente para poder iniciar el proceso de transformación urbana que no se ha dado en esta ciudad y que sí se ha dado en otras ciudades de nuestro entorno. Ya no tenemos un ayuntamiento arruinado como el que nos dejó el PP.