ALICANTE. Alicante seguirá siendo un municipio de predominio lingüístico valenciano sin que exista ninguna propuesta oficial de solicitud de modificación de esa consideración, como la que se preveía someter a debate en el pleno de la corporación este jueves. El grupo municipal de Vox, promotor de esa iniciativa por cuarta vez desde el pasado mandato, ha retirado esa propuesta, por la que se pretendía solicitar a la Generalitat una modificación de la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià para que Alicante pasase a considerarse municipio de predominio lingüístico castellano. De este modo, no ha habido lugar a su debate y votación. Eso sí, la retirada ha quedado vinculada a la adquisición de un compromiso por parte del Partido Popular (PP) para que el Consell -ahora compuesto por PP y Vox- promueva una modificación legislativa con ese mismo objetivo.
Por partes. El anuncio de la retirada de la iniciativa lo ha anticipado el portavoz adjunto de Vox, Mario Ortolá, al sostener que "hace dos horas nos han comunicado que se va a promover un cambio legal", supuestamente promovido desde les Corts, encaminado a conseguir el mismo fin que se pretendía con la declaración institucional. "Parece que la labor de Vox está teniendo frutos, porque traemos también una declaración institucional para erradicar la presencia de un mercadillo ilegal en Colonia Requena, y ayer hubo una actuación especial de la Policía Local en ese punto; y hoy nos informan de la intención de promover ese cambio legal respecto a la consideración de Alicante como municipio de predominio lingüístico castellano", ha señalado. Así, ha confirmado la predisposición de su partido a evitar el debate de la declaración sobre ese tema, siempre que el PP "se comprometa a respaldar ese cambio, como ha sucedido en las tres votaciones que se han registrado en este ayuntamiento hasta ahora con el mismo propósito".
El guante lo ha recogido la portavoz municipal del PP, Mari Carmen de España, que se ha limitado a apuntar que "así será", lo que ha impedido que los populares tuviesen que volver a posicionarse y exponerse abiertamente sobre la iniciativa de Vox en un contexto diferente al que se registraba en la legislatura pasada, ya que ahora el PP y Vox ostentan la responsabilidad de gobierno en la Generalitat. Sin debate sobre la propuesta, que había suscitado reacciones enfrentadas en distintos ámbitos (entre ellos, el académico), el PP ha conseguido ahorrarse la incomodidad de tener que votar sobre ella, expuesto a la mirada del conjunto de la Comunitat, cuando ejerce responsabilidades ejecutivas al frente de la Generalitat.
Sea como fuere, el movimiento de Vox no ha sido el único en el que se ha escenificado cierta afinidad entre los planteamientos de los dos partidos ahora aliados en el Consell. De hecho, la suma de los votos de sus 18 concejales (14 del PP y 4 de Vox) se ha reiterado prácticamente a lo largo de la gran mayoría de los puntos sujetos a debate a lo largo de todo el pleno. Tanto es así, que Vox ha ofrecido un discurso de cierto respaldo a la edil de Empleo, Mari Carmen de España, a cuenta de la polémica por la incorporación de un curso de tarot para mujeres emprendedoras en la programación de la Escuela de Talento Femenino que organiza la Agencia de Desarrollo Local (Aldes): otro de los asuntos controvertidos a los que los populares se enfrentaban en el desarrollo de la sesión.