ALICANTE. El responsable autonómico de Educación y Cultura, Vicent Marzà, se ha convertido este jueves en el segundo conseller reprobado por el pleno del Ayuntamiento de Alicante durante el mandato actual. Como en el caso de la vicepresidenta del Consell y responsable de Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, el acuerdo responde a una iniciativa promovida por el equipo de gobierno: el bipartito en situación de minoría compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs). Los dos partidos han vuelto a encontrar el respaldo de Vox para que la iniciativa política quede aprobada por mayoría absoluta en base a una justificación similar a la que se utilizó para argumentar la censura política sobre Oltra: su nefasta gestión. Así lo ha expuesto, cuando menos, la edil de Educación, Julia Llopis (PP). Es decir, la regidora sobre la que se había anunciado una propuesta inicial de reprobación, a instancias del PSOE, después de que anunciase su renuncia a solicitar las ayudas de la Conselleria de Educación para organizar actividades extraescolares en una decisión que, después, tuvo que ser rectificada por el alcalde, Luis Barcala.
La propia Llopis ha recriminado a la oposición que no se hubiese atrevido a plantear su reprobación y ha sostenido que, en el caso de la iniciativa frente a Marzà, no se trata de una propuesta que parta de los concejales del equipo de gobierno, sino de la comunidad escolar, al referirse a tres entidades representativas de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos que habían intervenido con carácter previo. Después, ha considerado que la reprobación del titular de Educación resultaba necesaria porque, a su juicio, habría "suspendido" en todas las facetas de su responsabilidad: desde la retirada del fibrocemento en colegios, hasta la construcción de nuevos centros, pasando por la contratación de personal, entre otros puntos.
El portavoz de Vox, Mario Ortolá, ha refrendado las críticas de Llopis y de las tres AMPAs participantes en la sesión. Y sin añadir argumentos adicionales, ha considerado que "deberíamos reprobar todos los plenos a todos los consellers del Botànic". Por su parte, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, ha traído a colación las palabras con las que Barcala ha justificado su negativa a comparecer ante el pleno, en el debate de una propuesta previa, para explicar la gestión educativa municipal: "No participaré en un circo", ha repetido Bellido, para asegurar que, a su juicio, la reprobación de Marzà era exactamente eso: un circo. Después, ha dicho respetar las opiniones de los representantes de las AMPA, pero ha lamentado que ninguna de ellas hablase de situaciones que afectan a colegios de la ciudad de Alicante. Y, por último, ha considerado que "traer esta reprobación es ridículo" tras asegurar que Julia Llopis "es la peor concejal de Educación de la historia". Así, ha invitado al conjunto de grupos políticos a "borrar" el nombre de Marzà del texto de la declaración para colocar el de Llopis con el fin de que, finalmente, si pudiese votarse su reprobación.
Por Unides Podem EU, su portavoz municipal, Xavier López, ha abundado en las críticas a Barcala y Llopis en el mismo sentido. Al primer edil, le ha espetado que "con esta reprobación y su huida para no comparecer ha quedado claro para qué quiere usted los plenos", ha dicho. Por último, ha invitado al PP a retirar la propuesta por carecer de sentido que en una administración apruebe la reprobación de un representante de otra.
Por Ciudadanos, su portavoz y vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, ha sido especialmente escueta a la hora de justificar su posición de voto y se ha limitado a apuntar que "sobran los motivos" para aprobar esta reprobación por la falta de gestión de Marzà y por la ausencia de inversiones en la provincia de Alicante.
Y por el PSOE, su portavoz adjunta, Trini Amorós, también ha abundado en la crítica por el rechazo de Barcala a ofrecer explicaciones sobre el inicio de curso en Alicante y ha coincidido en que la propuesta de reprobación del conseller de Educación es "ridícula". Además, ha recriminado la falta de atención del equipo de gobierno sobre la situación de los colegios públicos de la ciudad.
Por último, como era previsible, el alcalde ha utilizado su potestad como moderador del pleno para terciar en el debate y asegurar que "en realidad, el fondo del asunto" que se debatía con la reprobación "es la libertad de elección frente al adoctrinamiento o la imposición". "La estrategia que se sigue es la misma que se adoptó en Catalunya, la imposición de una ideología de izquierdas y separatista", ha abundado. "Esta reprobación es una reacción frente a un ataque que se ha hecho contra los padres y madres alicantinos y contra sus hijos, y no lo vamos a aceptar, como no vamos a aceptar que no se invierta en Alicante o que se nos castigue porque no estamos siendo dóciles", ha incidido. "O que se nos planteé un órdago con una chulería impresentable con una propuesta de compra por el Principal", ha incidido. "Por ahí no vamos a pasar; este equipo de gobierno va a defender los intereses de los alicantinos, las inversiones para Alicante, las que necesitamos y las prometidas", ha concluido.
De este modo, la propuesta ha prosperado con el resultado previsible: 16 votos a favor, con la suma de los ediles de PP, Cs y Vox; frente a 12 en contra (8 del PSOE, por la ausencia del edil Miguel Millana; 2 de Unides Podem y 2 de Compromís). O lo que es lo mismo: el bipartito consigue el objetivo de recriminar al Consell lo que considera incumplimientos sobre la gestión educativa, después de que el propio alcalde, Luis Barcala, haya descartado comparecer para explicar las decisiones adoptadas por el ayuntamiento en ese mismo ámbito.
