La memoria nos trae esta vez a unas minas situadas en la zona del Rif en Marruecos explotadas por empresas españolas, una de ellas con sede y emprendedores de Alicante. Luego se lo cuento.
Cuando hablamos de minas, la imaginación enseguida despierta nuestro interés. En este caso, ¿se trataba de un tesoro o metal precioso pendiente de descubrir? Depende para quien, pudo serlo. Fue una gran aventura social y empresarial, aunque no se produjo la “fiebre del oro” que se dio en el lejano oeste en California, pero casi. Las minas del Rif son protagonistas de este artículo. Se abrieron grandes oportunidades de desarrollo para todos. Incluso para los miembros de las tribus rifeñas, aunque inicialmente no lo vieron con buenos ojos e intentaron impedirlo.
Antes de continuar, permitan que les cuente unos antecedentes de lo allí acontecido. Aprovechando la inestabilidad del Sultanato de Marruecos, en 1904 Francia y España llegaron a un acuerdo –con el apoyo de Gran Bretaña e Irlanda -para repartirse las zonas del norte de África sobre las que cada una iba a ejercer su dominio. “Gran Bretaña no deseaba que al otro lado del estrecho se estableciera una potencia como Francia y, con este fin, hizo valer los derechos históricos de España en Marruecos”, manifiesta la historiadora María Rosa de Madariaga, que sigue diciendo que “Francia dejaba libertad de acción a Gran Bretaña en Egipto y a cambio de que esta se lo dejase a Francia en Marruecos, con la salvedad que se adjudicase a España una zona de influencia”.
Para Alemania la liaron parda porque sus autoridades no estaban de acuerdo, ya que también querían tener influencia y explotación en esa zona, por lo que provocaron la Conferencia de Algeciras que se realizó desde el 16 de enero al 7 de abril de 1906. Esta tenía un antecedente con la Conferencia de Berlín (noviembre de 1884-febrero 1885) en el que se “repartieron África” entre todas las potencias colonizadoras europeas para evitar conflictos armados entre ellas. ¿Sin la participación de los representantes de los habitantes de esas tierras? En la Conferencia de Algeciras participaron seis países europeos además de los citados, junto con EEUU y Rusia. En el Acta de esta Conferencia del 7 de abril de 1906 España y Francia adquirieron el compromiso de crear cada uno un Protectorado en Marruecos. Este acuerdo lo firmó el embajador de Marruecos en España el mismo 7 de abril y posteriormente el Sultán marroquí el 18 de junio de ese año.
Posteriormente a esta Conferencia se crearon diversas empresas para la explotación de las minas del norte de Marruecos. Entre ellas, destacaron la Compañía Norte Africano (1907) con capital hispano-francés; la Compañía Española de Minas del Rif, CEMR (1908); la Sociedad Minera La Alicantina (1912); y la Sociedad Minera Setolázar (1913).