ALICANTE. Ni 45, ni 50. Los ahorros disponibles en el Ayuntamiento de Alicante tras la liquidación del presupuesto de 2020 ascienden finalmente a 64 millones, en función del informe que se expondrá en la sesión del pleno de la corporación correspondiente al mes de abril, este próximo viernes. Se trata de una suma que el equipo de gobierno podrá utilizar para ejecutar inversiones (dotaciones e infraestructuras urbanas) con el objetivo de mejorar la escena urbana y la prestación de servicios públicos, pero también para impulsar acciones encaminadas al fomento de la recuperación económica, como la creación de nuevas líneas de ayuda a las empresas, pymes y autónomos que conforman el tejido productivo local. Todo, al margen de las líneas de subvenciones que ya se habilitaron durante 2020 o de las dos convocatorias de ayudas Paréntesis incluidas en el marco del Plan Resistir, con un fondo global de 11,1 millones habilitado con aportaciones de la Generalitat, Diputación y del propio Ayuntamiento.
Así lo han desgranado este martes los portavoces del equipo de gobierno municipal, Antonio Manresa (Cs) y Manuel Villar (PP), al término de la comparecencia habitual para dar a conocer los asuntos tratados en Junta Local. Ambos han confirmado que la pretensión del bipartito es poder elevar a la consideración del pleno una primera modificación del presupuesto de 2021 en la primera quincena de mayo con el objetivo de destinar parte de esos 64 millones a la ejecución de proyectos. Con ello, además de mejorar la escena urbana y la oferta de servicios de la ciudad, se contribuiría a revitalizar la economía y generar puestos de trabajo. Por el momento, no se ha concretado ni a qué actuaciones concretas se pretende dar cobertura, ni qué importe definitivo se prevé destinar para su financiación. Solo se ha concretado que PP y Cs siguen cuadrando la confección de la propuesta, con la previsión de poder presentarla la próxima semana, tras los contactos mantenidos con los cuatro grupos de la oposición durante las dos últimas semanas para solicitar que formulasen sus propios planteamientos.
En todo caso, como informó este diario, la pretensión del bipartito es tratar de poner en marcha solo los proyectos que estén lo suficientemenente maduros como para poder licitarlos o iniciarlos antes de que concluya el año en curso. Así, se prevé destinar fondos a aquellas actuaciones que ya dispongan de proyectos redactados, que no supongan largos plazos de ejecución, o a la redacción de proyectos nuevos, con el fin de que puedan ejecutarse a través de un plan plurianual, en dos o más años. De este modo, se podría concentrar la mayor parte de las actuaciones en la recta final del mandato, en el año 2023.