BENIDORM. La minoría en la que se encuentra el gobierno del Ayuntamiento de Benidorm quedó una vez más reflejada en el último pleno, y esta vez, ante una propuesta de una de las grandes contratas: la limpieza y recogida de residuos sólidos urbanos del municipio que lleva a cabo Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). El PP, que gobierna en bipartito con CBM, no llegó a un consenso como acostumbra en esta legislatura, en la que tiene 8 concejales, más dos de CBM, frente a los 15 que forman el resto de grupos aglutinados en la oposición.
El concejal de Limpieza Viaria, Arturo Cabrillo, presentaba una propuesta por la cual planteaba la subida del precio del contrato por un millón de euros este año, y otros dos millones para el 2020. De esta forma, ejecutaban de manera provisional una revisión de precios que se ajustaría tras una sentencia firme que prevén que llegue en los próximos días.
Algo que tiró para atrás al grupo mayoritario de la oposición, el PSOE, cuyo portavoz Rubén Martínez se mostró en un momento más conciliador presentando una enmienda con tres puntos para tratar de mejorar bajo su criterio la propuesta de los populares, que aunque iniciada por el concejal de CBM, terminó defendiéndola el portavoz del PP, José Ramón González de Zárate, que tenía dicha competencia hasta el pacto de gobierno.
De este modo, los socialistas pedían que se respetara el convenio colectivo que la empresa aprobó en 2013 para los trabajadores, así como que el pliego para la nueva adjudicación se apruebe en el pleno de marzo. Hay que tener en cuenta que está en prórroga por la caducidad del contrato desde octubre del año pasado. Algo que recriminaron los grupos sin excepción: PSOE, Ciudadanos, Liberales, Compromís-Los Verdes y el edil no adscrito, Juan García.
El debate se inició después de que el portavoz de Ciudadanos, Rafa Gasent, pidiera que se retirara dicho punto por las dudas que se les había generado. Por su parte, el líder socialista presentó las enmiendas y a continuación, la liberal Gema Amor reclamó que llegado el momento de votar, se haga cada punto por separado. Tras ello, se pidió un receso de una hora, cuando el pleno solo llevaba hora y cuarto de transcurso.
Dos horas de receso
Era momento entonces de que los altos funcionarios, tanto el secretario municipal como el interventor, evacuaran un informe cada uno para las enmiendas del PSOE. Tras una hora, los nuevos informes retrasaron aún más la reanudación del pleno ya que se dieron otros 45 minutos más para estudiar dicha documentación y convocar una junta de portavoces para explicar las posiciones: los dos primeros puntos tenían el visto bueno, pero no el tercero, que pedía la revisión de precios conforme a lo que solicite el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana donde se encuentra el recurso de la empresa. Así, los socialistas dejaron su propuesta en los dos primeros puntos, que se aprobaron con el voto a favor incluso del equipo de gobierno.