MADRID (EP). La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha evitado ofrecer ninguna pista sobre los próximos pasos del Consejo de Gobierno con respecto a los tipos de interés, después de confirmar este jueves la quinta bajada consecutiva y la sexta en siete reuniones, debido a la creciente incertidumbre y a múltiples riesgos "por todas partes" que amenazan con cambiar drásticamente la situación y las proyecciones de la institución.
En su habitual comparecencia ante la prensa, después de que el Consejo de Gobierno del BCE haya acordado por mayoría, ante la abstención del banquero central austriaco, que rompía así la unanimidad de últimos encuentros, Lagarde ha tratado de explicar el enfoque "evolutivo" de la entidad para tener en cuenta el efecto del ajuste de 150 puntos básicos acumulado en el ciclo de rebajas de tipos, por lo que la política monetaria, como resultado, "se está volviendo significativamente menos restrictiva".
"No se trata de un cambio pequeño e inocuo. Es un cambio que tiene un cierto significado", ha afirmado la francesa en referencia a la diferencia más llamativa en la redacción del habitual comunicado del BCE recogiendo las decisiones de política monetaria adoptadas en la reunión del Consejo de Gobierno y que, hasta no hace mucho, solía incluir el compromiso de mantener una política monetaria restrictiva tanto tiempo como fuera necesario.
En este sentido, entre los factores para determinar el grado de restricción, la banquera central de la zona euro ha apuntado que, por un lado, están los costes de financiación bajando, tanto para las empresas como para los hogares "todavía no de manera espectacular", mientras que, al mismo tiempo, el volumen de préstamos también está aumentando.
"No estamos emitiendo un juicio. Lo que reconocemos es que se está volviendo significativamente menos restrictiva", ha indicado.
Dada esta situación "evolutiva" y con vistas a la próxima reunión sobre tipos del Consejo de Gobierno del BCE, que se celebrará el próximo 17 de abril, Lagarde ha subrayado el "enorme nivel de incertidumbre" que se suma a un proceso de desinflación "por buen camino" y una política monetaria que se está volviendo significativamente menos restrictiva.
"Tenemos riesgos por todas partes, incertidumbre por todas partes", ha advertido la francesa, añadiendo que, en tales circunstancias, la determinación del Consejo es "alcanzar el destino", pero sin comprometerse de antemano con ningún camino en particular y dependiendo más que nunca de los datos.
"Si los datos nos indican que para alcanzar el objetivo la política monetaria adecuada debería ser recortar, lo haremos, pero si, por el contrario, los datos indican que no es así, entonces no recortaremos y haremos una pausa", ha defendido, aún a pesar de que "algunos lo encontrarán frustrante".
"En las circunstancias que enfrentamos en este momento, cualquier otra cosa no sería muy responsable", ha afirmado la presidenta del BCE ante una situación que "no es tan sencilla, en blanco y negro" y que puede cambiar drásticamente y alterar las proyecciones, puesto que "los riesgos están por todas partes".
Turbulencias en los mercados
A este respecto, Lagarde ha subrayado que el BCE permanece "muy atento" a todos los acontecimientos del mercado, incluí dos los violentos movimientos registrados en las últimas 24 horas en la deuda europea, para intentar comprender su función de reacción.
"Ha habido mucha reacción en las últimas 24 horas, incluido ayer, pero no vamos a cambiar la postura como resultado de una determinación del mercado de las últimas 24 horas", ha afirmado la francesa.
En este sentido, la presidenta del BCE ha señalado que, cuando se observan los diferenciales de los bonos soberanos, "ha habido una variación muy limitada", a pesar del cambio masivo en los rendimientos.
"Creo que eso nos da una respuesta sobre la solidez de la transmisión y la solidez de los bonos soberanos que nos rodean", ha comentado.
La rentabilidad exigida en el mercado secundario al bono alemán a diez años, de referencia para Europa, mantenía este jueves su tendencia al alza, después de la violenta subida del coste de financiación registrada ayer, cuando el 'bund' vivió su peor sesión en tres décadas, tras el acuerdo entre los principales partidos alemanes para modificar el 'freno de la deuda' y crear un fondo de 500.000 millones de euros para impulsar el gasto en defensa e infraestructuras.
De este modo, el rendimiento del bono alemán con vencimiento a diez años llegaba a subir este jueves, antes de la reunión del BCE, hasta el 2,929%, frente al 2,784% al cierre de la sesión de ayer, lo que supone el mayor interés desde octubre de 2023. El pasado viernes, el rendimiento del bono alemán de referencia era del 2,386%.
El encarecimiento de la deuda alemana era generalizado en los distintos tramos de vencimiento de la curva y, en el caso de los bonos a 30 años, la rentabilidad subía hasta el 3,165%, frente al 3,066% de ayer, también en máximos desde octubre de 2023, cuando el pasado viernes era del 2,680%.
El aumento del coste de financiación de Alemania está empujando al alza los rendimientos exigidos a otros bonos soberanos europeos. En el caso del bono español a diez años, el interés subía hoy hasta el 3,573%, cuando el pasado viernes era del 3,086%, ampliando el diferencial respecto del 'bund' a unos 64 puntos básicos.
Fuera del Viejo Continente, el rendimiento del bono japonés a diez años se disparaba este jueves por encima del 1,5%, algo que no había sucedido desde mediados de 2009.
Negociar con Trump desde una posición de fuerza
Por otro lado, dado que los cambios en la política comercial de socios como Estados Unidos supone otro factor de incertidumbre, Lagarde se ha mostrado partidaria de negociar "desde una posición de fuerza" ante la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a los productos europeos.
Sobre este asunto, la francesa ha reiterado que los aranceles, y en particular si hay represalias, "no son buenos en absoluto y son negativos en prácticamente todos los aspectos".
"Creo que todos los que estamos en la mesa del Consejo de Gobierno coincidimos en que el resultado neto sería negativo si se produjera, cuando se produjera, e incluso antes de que se produjera", ha comentado en referencia a la incertidumbre generada y el impacto negativo sobre la confianza que resulta de la mera amenaza de aranceles, que "están frenando la inversión, las decisiones de consumo, el empleo, la contratación y todo lo demás".