La trayectoria económica de la India está cambiando. Desde hace varias décadas, la cuota del sector servicios en el producto interior bruto (PIB) no ha dejado de incrementarse, como muestra el gráfico. El éxito del sector servicios se ha reflejado en un rápido aumento de su participación en las exportaciones a nivel global, mientras que la importancia de la industria manufacturera no ha dejado de disminuir.
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El escenario de crecimiento ha sido volátil en los últimos años. En los años 2021-2023, el PIB de India creció a un ritmo sostenido de entre el 7% y cerca del 10%. Este impulso se ralentizó significativamente el año pasado por varias razones. En primer lugar, las tasas de crecimiento se normalizaron después de varios años, impulsadas por el auge de diversos sectores de alta tecnología (la llamada «Nueva India») cuyo crecimiento era insosteniblemente fuerte. También contribuyeron a esa ralentización la desaceleración del crecimiento de la inversión pública desde niveles extremadamente altos y la situación adversa de la climatología. Además, las condiciones meteorológicas desfavorables lastraron el crecimiento del PIB el año pasado.
No obstante, es importante volver a elevar el potencial de crecimiento de la India al 7%-8%. Las perspectivas a corto plazo ya han mejorado. Esperamos que la desinflación estacional de los precios de los alimentos apoye el poder adquisitivo de los consumidores rurales. La perspectiva de una bajada de los tipos de interés también ayuda. Asimismo, el último presupuesto prevé un mayor respaldo a la inversión del sector público, que había caído desde los altos niveles registrados el año pasado antes de las elecciones del mes de mayo.
Pero, ¿cuáles son las perspectivas de crecimiento a medio plazo? El crecimiento explosivo de los años posteriores a la pandemia, impulsado principalmente por el sector de alta tecnología, no era sostenible. Nuestra previsión a medio plazo es de un crecimiento anual en torno al 6,5%. Esta ligera reducción del índice de crecimiento con respecto a los años anteriores es algo que India puede asumir. Pero la estructura del crecimiento necesita cambiar. Se requiere un gran sector manufacturero para crear suficientes puestos de trabajo que vayan alineados con el rápido crecimiento de la población activa. La creación de empleo en la industria manufacturera ha sido mucho menor que en el sector servicios.
Se necesitan reformas integrales para aumentar la importancia del sector manufacturero y elevar el crecimiento potencial del PIB en general. Otras prioridades son elevar los rendimientos agrícolas, mejorar la resiliencia climática e incrementar la presencia de la mujer en el mercado laboral. Aunque el nivel de deuda global de India es moderado en comparación con los estándares mundiales, el alto nivel de deuda del sector público requiere políticas fiscales prudentes para reducir el déficit fiscal y el ratio deuda/PIB. Si bien el sector de los servicios está impulsando la competitividad de las exportaciones indias a escala global, un planteamiento sostenido, que incluya tanto el sector manufacturero como el de los servicios, podría consolidar la recuperación económica del país.
Conseguir este cambio estructural, reactivando la base manufacturera históricamente estancada y con el objetivo de contrarrestar el boyante crecimiento del sector de los servicios, requiere estrategias de ajuste y reformas constantes.
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