LA VILA JOIOSA. La Cofradía de Pescadores de la Vila Joiosa ha manifestado este lunes su valoración negativa sobre el acuerdo alcanzando en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea. En él se acordaba los días de pesca que habrá en 2026 en el Mediterráneo, estableciéndose en 143, frente a los 180 que reclamaban. Una cifra que consideran insuficiente además porque les obliga a parar durante 92 días y consumir de manera forzosa el paro, "consolidando una situación de precariedad estructural en la pesca de arrastre".
Así lo han trasladado después de hacer balance de esta decisión tomada en la madrugada del pasado sábado 13 de diciembre. De este modo, evitaban reducirlo en 40 días, como estaba inicialmente planteado, y la inclusión de nuevas medidas o restricciones. Cabe recordar que como dijo el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, este año había sido una negociación "francamente difícil" ya que partía de una limitación de 9,7 días de pesca.
Sin embargo, el resultado no ha terminado por convencer a los pescadores de la Vila, que consdieran que no es una solución real, ya que les fuerzan a consumir el paro y no garantiza la continuidad del empleo, la estabilidad de las tripulaciones ni el relevo generacional en los puertos del Mediterráneo.
"Aunque desde las instituciones europeas y nacionales se insiste en que no se incorporan nuevas medidas, la realidad que afronta el sector es muy distinta", reseñan a través de un comunido. A partir del 10 de enero de 2026, "se endurece de forma significativa el control y el régimen sancionador, obligando a los pescadores a realizar, antes de entrar a puerto, una estimación del peso de todas las especies capturadas desde el primer kilo". Esta exigencia "es materialmente imposible de cumplir en condiciones reales de trabajo". Así, explican que se debe al movimiento constante del barco, a la ausencia de medios de pesaje a bordo y a los estrictos horarios de entrada a puerto. Como consecuencia, se arriesgan a una doble penalización, ya que el pescador se expone a sanciones tanto por no poder estimar con precisión los pesos como por no poder cumplir los tiempos si intentara hacerlo.
El patrón mayor de la Cofradía, Miguel Solbes, ha puesto de manifiesto las consecuencias que tiene para su sector, pidiendo "normas realistas, que protejan el Mediterráneo pero también a las personas que viven del mar. Queremos trabajar, no vivir permanentemente sancionados", ha dicho.
A esta situación se suma que el acuerdo vuelve a limitarse a un solo año, "ignorando de nuevo la demanda reiterada del sector de contar con un marco estable y plurianual. Esta falta de previsión mantiene una incertidumbre permanente e impide cualquier planificación económica, laboral o empresarial", insisten desde la Cofradía.
Para ellos, es especialmente grave que no se hayan alcanzado los 180 días de pesca que el sector considera el mínimo imprescindible para garantizar la viabilidad económica de la flota y el mantenimiento del empleo. "Los 143 días aprobados son claramente insuficientes y sitúan a muchas embarcaciones al límite de la supervivencia", añaden.
Desde la Cofradía de Pescadores afirman que "este acuerdo no protege la pesca de arrastre ni al Mediterráneo; pone en riesgo a las personas que viven de él. Se combinan menos días de trabajo, más paro obligatorio y un aumento de la presión administrativa y sancionadora sobre los profesionales del mar. Sin pescadores no hay puertos, no hay pesca y no hay Mediterráneo", concluyen.