BENIDORM. El pleno del Ayuntamiento de Benidorm ha aprobado por unanimidad este lunes la interpretación número nueve del Plan General Municipal de Ordenación (PGMO) sobre viviendas de uso turístico. Una moción defendida por la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles, que llega después de comprobar la necesidad de despejar las dudas en torno a las peticiones de licencia para esta actividad en el municipio.
La edil ha señalado que han sido los propios arquitectos municipales los que han planteado esta solución al recibir solicitudes de certificación de compatibilidad urbanística que no cumplen con los nuevos criterios establecidos hace un año. En concreto, después del Decreto Ley 9/2024, de 2 de agosto, del Consell, de modificación de la normativa reguladora de las viviendas de uso turístico. Una medida que entró en vigor el 8 de agosto de 2024 y que fue impulsada por la exconsellera de Turismo, Nuria Montes.
Caselles informó durante la sesión que este cambio indica que ha de ser compatible el uso residencial y el uso turístico en la misma unidad constructiva. De este modo, la vivienda debe cumplir lo que establece la normativa para uso turístico y para uso residencial. La edil señala que a raíz de estos cambios se han originado una serie de dudas que buscan atajar con la interpretación, con el fin de dejar claro qué se debe seguir tanto para los técnicos municipales como para aquellos que solicitan la compatibilidad.
Según informó durante su intervención, antes de la modificación se entendía que las viviendas de uso turístico seguían el decreto legislativo y cumplían con la normativa de uso terciario. Ahora, se les exige que además cumplan con la legislación de vivienda de uso residencial.
Entre las novedades introducidas hace un año, mencionaron la medición de la superfície, que tiene que llegar a los 38 metros cuadrados o contar con plaza de aparcamiento asociada. Además, desde el Consistorio se hace una labor preventiva con los promotores advirtiéndoles de que necesitan la aprobación de la comunidad de propietarios. A su vez, explicó que es necesaria la licencia de ocupación, a través de la cual, se están detectando infracciones urbanísticas por reformas no aprobadas.
Ordenación
Dadas las explicaciones, el portavoz de Vox, José Miguel San Martín, se mostró a favor al considerar que era una "medida técnica necesaria y jurídicamente prudente", pero se mostró en contra de poner límites: "No puede ser una vía de restricción encubierta". Por su parte, la portavoz de los socialistas, Cristina Escoda, consideró que la moción era un trámite y apuntó al anunció que realizó Caselles en plenos anteriores con la creación de una ordenanza para regular la vivienda de uso turístico. Así, la edil manifestó la necesidad de prohibir la reconversión de locales comerciales en viviendas para preservar los negocios locales.

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Ante esta pregunta, Caselles explicó que tras reunirse en abril con la presidenta de la asociación de apartamentos y viviendas de uso turístico, Aptur CV, Silvia Blasco, redirigieron su estrategia, desechando la idea de crear una ordenanza para finalmente aprobar una modificación puntual del Plan General. Todo ello después de conocer de la mano de Blasco que estaban ganando en los juzgados a los ayuntamientos que habían aprobado estas normativas. De este modo, la edil informó que a día de hoy se están estudiando las ubicaciones de estas viviendas turísticas.
La modificación puntual en la que están trabajando pretende "dar seguridad jurídica" y regular situaciones derivadas de esta actividad que no se preveían en 1990. Para la popular, la ciudad no tiene un problema con las viviendas de uso turístico y por eso no han llegado a suspender la concesión de compatibilidades como en otros municipios, tal y como ha recordado. Para ello, ha explicado que el PGMO ya regulaba esta actividad de manera específica, concretando que los edificios se tenían que destinar de manera exclusiva a uso residencial o a uso turístico. Sin embargo, una enmienda de Compromís en la sesión de les Corts en la que se aprobó la Ley de Ocio, Turismo y Hospitalidad permitía compatibilizar el uso terciario con el residencial. Una decisión que para Caselles abrió la veda a las viviendas de uso turístico en bloques de vecinos.