LA VILA JOIOSA. El Ayuntamiento de la Vila Joiosa va a instalar un sistema de medición y control de la calidad del agua de su costa. Una forma de conocer cómo diferentes factores se comportan en este medio natural, sabiendo que en su fondo cuentan con el Pecio Bou Ferrer. Para ello, han sacado a licitación un contrato para el suministro, colocación y mantenimiento de los sensores por un presupuesto de 99.448,99 euros, impuestos incluidos.
La idea del proyecto es conocer de manera "precisa el estado de los recursos naturales y patrimoniales de la costa", dice la memoria justificativa del expediente de contratación. Además, servirá para saber el impacto que tiene la actividad turística sobre éstos. Hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento con diferentes corporaciones se ha manifestado en contra de la ampliación de la piscifactoría, donde además de las reclamaciones de los pescadores del municipio, también han constatado a través de un informe la posible afección que tiene esta actividad sobre las ruinas romanas subacuáticas. El documento remarca que el pecio está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y reconocido por la UNESCO. Así, aseguran que "necesita herramientas avanzadas para su monitoreo y preservación a largo plazo".
La memoria recoge la importancia de las áreas de praderas de posidonia ocenánica de la Vila, "una especie vegetal altamente vulnerable a la actividad humana y que requiere medidas de conservación específicas" puesto que esta contribuye a la buena salud del ecosistema del Mediterráneo. Estas son fácilmente arrastradas por las anclas de los barcos además de enfrentarse a otros peligros como la contaminación o el cambio climático. Una situación que ha provocado su desaparición en los últimos años.
La instalación de estos dispositivos servirá para que el Ayuntamiento pueda gestionar de manera "más eficiente" estos recursos, "asegurando su conservación y mejorando la calidad de las aguas para residentes y visitantes". Los resultados esperados por parte del Consistorio responden a una mejora significativa en la calidad de las aguas y una mayor capacidad para responder a posibles problemas medioambientales, con el objetivo de proteger y poner en valor el patrimonio natural y cultural vilero. En cuanto a la tecnología a instalar, está diseñada para ser resistente a las condiciones marinas "adversas" y para operar durante todo el año sin perder eficiencia.

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El proyecto ha sido fruto de la colaboración entre diferentes departamentos municipales, como Patrimonio Histórico, Medio Ambiente, Playas, Informática y Turismo. Además, ha intervenido la Oficina de Gestión de Gerencia del PSTD y la Smart Office. La financiación de este contrato está sujeta a los fondos europeos Next GenerationEU y forma parte de la actuación número 2 del Plan de Sostenibilidad Turística: Diversificación de la oferta y gestión turística sostenible, en el marco del Componente 14 Inversión 1 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). La licitación está dividida en dos lotes, por un lado, el suministro de los sensores por un importe de 93.603 euros y cuatro meses de ejecución; y por otro, la instalación y mantenimiento de los dispositivos, por otros 5.845,99 euros, para 12 meses.
Para el primero contempla también la puesta en marcha de un software especializado para la gestión de los datos recopilados. Este permitirá la visualización de los parámetros que excedan los umbrales establecidos y su análisis junto con valores obtenidos vía satélite, como Copernicus o similares. "Esto facilitará una respuesta rápida y eficiente ante cualquier alteración en los parámetros de calidad del agua", recoge la documentación. Además, el contrato incluye la formación del personal municipal en el uso y mantenimiento del sistema, asegurando su operatividad y sostenibilidad a largo plazo.