ORXETA. La histórica cantera de ofitas conocida como Penya Negra, situada en el término municipal de Orxeta, en la provincia de Alicante, se encuentra al inicio de un importante proceso de recuperación. Tras un prolongado periodo de inactividad, esta explotación minera, íntimamente ligada a la economía de las poblaciones más próximas, ha recibido una nueva autorización por parte de la Generalitat Valenciana para su reactivación, pero esta vez para iniciar su fase final, la rehabilitación y renaturalización de la cantera, un proceso contemplado para un horizonte temporal de 15 años.
La cantera de Penya Negra y los suelos ricos en yesos del entorno, únicos en la Comunidad Valenciana, han estado vinculados con el desarrollo social y económico de la Marina Baixa desde la antigüedad. El afloramiento de un singular mineral, las ofitas, también conocidas comercialmente como pórfidos, fijó asentamientos de algunas de las primeras civilizaciones llegadas a la Península. Las ofitas, apreciadas por su dureza y resistencia, han sido utilizadas históricamente en la elaboración de adoquines, balasto en las vías férreas y, más recientemente, en las capas de mayor calidad para el firme de las carreteras. Pero sus usos se remontan al neolítico, tal y como evidencian antiguos vestigios de herramientas líticas, artefactos de piedra, como raspadores, raederas, puntas de proyectil o cuchillos, que fueron utilizados por los seres humanos en la prehistoria para diversas tareas.
La cantera, debido a este largo historial de explotación, presenta un elevado grado de antropización. Un término que refiere a la transformación y degradación del medio natural causada por la actividad humana y que implica la alteración de los paisajes, ecosistemas y suelos. Si bien las áreas circundantes mantienen un carácter más natural o rural, el núcleo de la explotación de la cantera requiere una intervención inmediata y decidida para su restauración ambiental y para mitigar riesgos, estabilizando y consolidando las rocas de la cantera, algo fundamental para evitar desprendimientos y arrastres que podrían generar las lluvias.

- Vista cenital actual de la cantera Penya Negra en Orxeta
Recuperación del área degradada: perspectiva medioambiental y de seguridad
Tras más de diez años de gestión y evaluación administrativa, la Generalitat Valenciana ha aprobado el Estudio de Impacto Ambiental y el Plan de Restauración Integral (PRI) de la cantera. Este PRI, cuya redacción fue llevada a cabo por SIEP Ingenieros, S.L.U., se basa en el marco legal establecido por el Decreto 82/2005 del Consell de la Generalitat y el Real Decreto 975/2009, que regula la gestión de residuos en la industria extractiva y la protección del espacio afectado por la minería. El propósito central del PRI es definir, cuantificar y presupuestar las obras necesarias para la restauración de la cantera, con el fin de minimizar la afección ambiental derivada de la obtención de recursos naturales. El plan aborda la recuperación del área degradada desde la perspectiva medioambiental y de la seguridad, considerando aspectos paisajísticos y forestales. La superficie directamente impactada por la actividad minera y que, por tanto, es objeto de restauración, alcanza los 63.667 m2 (aproximadamente 6,37 hectáreas). Esta área se encuentra dentro de un perímetro más amplio de 71.692 m2 (cerca de 7,17 ha).
La estrategia de restauración se concibe como un proceso progresivo que obliga a desarrollar de forma simultánea operaciones de extracción y de rehabilitación, avanzando en dirección descendente. El PRI detalla un conjunto de medidas. En primer lugar, la remodelación topográfica, lo que supone intervenir sobre la morfología final de la explotación.
Como resultado de este proceso, la pendiente de la ladera, un barranco de más de 80 metros de altura se rehabilitará mediante la extracción de los yesos y ofitas creando bancos debidamente ejecutados, acorde con los proyectos autorizados. Sobre estas terrazas, se generarán taludes con pendientes más suaves y seguras para facilitar la revegetación. Se contempla el relleno de los huecos generados por la minería, particularmente en las zonas Norte y la plaza de cantera, empleando para ello los materiales estériles resultantes de la extracción. Además, la plaza de cantera – foso generado por años de extracción- se elevará hasta la cota 237 metros.

- Simulación en perfil de la revegetación
En segundo lugar, el PRI establece una restauración edáfica, es decir, devolver la salud y funcionalidad al suelo degradado. Esto implica crear "tecnosuelos" mezclando estériles propios de la cantera con una enmienda orgánica, un aporte de 40.000 Kg/ha de abono orgánico (280.000 kg para el total).
Otro aspecto importante es la restauración hidrológica. Para gestionar la escorrentía natural alterada por la actividad, se construirá una red de drenaje. Esta red incluirá cunetas en las bermas con pendiente hacia el interior, una zanja a lo largo del camino de acceso, y bajantes en los taludes. Además, se prevé la creación de una pequeña laguna artificial en la plaza de cantera para captar agua de lluvia, potenciar la fauna local y generar un hábitat húmedo.
Finalmente, se acometerá un proceso de revegetación. Para ello se contará con especies vegetales autóctonas, seleccionadas de acuerdo con el ecosistema forestal circundante y la vegetación característica de la región, algunas de ellas endémicas y de especial protección. Asimismo, están planificadas labores de mantenimiento, como riegos, eliminación manual de maleza y reemplazo de plantas durante al menos los dos primeros años tras la revegetación.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Áridos de la Comunitat Valenciana (ARIVAL), Alfredo Marmaneu, asegura que "esta rehabilitación pone de manifiesto el compromiso del sector con la recuperación de los espacios afectados, adaptándose a las necesidades específicas de los municipios donde se ubican las explotaciones mineras". Con ello, se da cumplimiento a las exigencias establecidas por la legislación minera.

- Vista actual de la cantera Penya Negra en Orxeta
Según el estudio de TRAGSA, “Ingeniería en los procesos de desertificación”, el terreno tiene un riesgo de erosión hídrica actual “Alto” y potencial “Muy Alto”, lo que acentúa la relevancia de las medidas de repoblación forestal y la implementación de las medidas hidrológicas y de revitalización de suelo previstas.
El programa de restauración está dividido en cuatro fases, con una duración total estimada de 15 años para las actividades de restauración y revegetación y un presupuesto de más de 610 mil euros. Para devolver íntegramente el terreno a su estado proyectado, el plan también contempla el desmantelamiento de las instalaciones al finalizar la actividad.
La actuación conlleva un Plan de Control de Calidad que incluye ensayos de materiales y vegetación, un plan de seguridad en Prevención de Incendios Forestales y la presentación de informes anuales y un informe final por parte de un laboratorio cualificado.
En definitiva, el Plan de Restauración Integral para la cantera Penya Negra representa un esfuerzo significativo para restaurar ecológicamente y reincorporar al paisaje un espacio que ha sido objeto de actividad minera intensiva. A través de la implementación de medidas progresivas de remodelación, recuperación de suelos y sistemas hídricos, y la reintroducción de especies vegetales nativas, se busca que la cantera se integre de nuevo en el entorno natural de Orxeta, contribuyendo a mejorar la biodiversidad y a mitigar los procesos erosivos.