LA VILA JOIOSA. Caravaning Paraíso SL sigue avanzando en la apertura de su nuevo camping en la Vila Joiosa. La empresa ha conseguido pasar el corte medioambiental que le permita posteriormente obtener la licencia municipal para su construcción. Se trata de un proyecto que ha necesitado la obtención de la Declaración de Interés Comunitario (DIC) ya que se asienta en una parcela no urbanizable común.
En concreto, va ubicada en la parcela número 109 del polígono 14 ubicado en la Partida Paraíso, con una superficie de 38.682 metros cuadrados. En ella diseñan un camping destinado a autocaravanas y tiendas de campaña con 153 parcelas, exlcuyendo cabañas tipo bungalow y otros alojamientos de carácter permanente. Cuenta con una superficie de ocupación de unos 13.000 metros cuadrados y entre los servicios destacados están recepción y administración del camping, cafetería, cocina, supermercado, salón social, vestuarios de piscina y sala de curas. A esto habrá que añadir piscina, zona de juego de niños, pistas de petanca y pista multideportiva, todo ello sobre una superficie de unos 3.000 metros cuadrados.
Como ya informara Plaza en su día, la sociedad es la misma que la propietaria del Camping Playa Paraíso, a escasos metros de la ubicación propuesta en la actualidad. Con una salvedad, cuenta con el triple de superficie del que explotan a día de hoy. El establecimiento fue dirigido por el alcalde, Marcos Zaragoza, quien figuraba como administrador único y apoderado hasta febrero de 2023. Como se recordará, el popular accedió al poder en junio, cuatro meses después.
Según recoge la resolución de la dirección general de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental en su informe de impacto ambiental simplificado el suelo está afectado por peligrosidad geomorfológica de inundación: "La propia parcela constituye una pequeña cuenca y no tiene conexión con ningún otra barranco, rambla o cauce". Pero cuenta con informe favorable del Servicio de Gestión Territorial tras un estudio de inundabilidad que determina que la afección se produce en un extremo sur de la parcela, zona destinada al aparcamiento.
Una vez analizados todos los extremos, concluyen que el proyecto no tendrá efectos adversos significativos sobre el medio ambiente y no es necesaria la evaluación de impacto ambiental ordinaria. Para ello, requieren entre otros asuntos que cada cinco años realicen auditorías acústicas y de vibraciones, debiendo aplicar medidas correctoras en el caso de que fuera necesario. Además, tendrán que respetar el perímetro de los olivos, en caso de que existan ejemplares.
