XÀBIA.- La piscina municipal de Xàbia lleva abierta desde el verano pasado y uno de sus puntos débiles es el elevado consumo eléctrico. Por este motivo, el equipo de gobierno que dirige la popular Rosa Cardona ha promovido la instalación de placas solares en el techo de la infraestructura que permitan reducir ese consumo y hacer la pileta más eficiente desde el punto de vista energético.
Así se desprende de la información publicada en la plataforma de Contratación del Estado que ha consultado Alicante Plaza. El gobierno local (PP, CpJ y Vox) han publicado un anuncio para la instalación de una planta fotovoltáica con una capacidad de generación de unos 100 kWn “para autoconsumo sin vertido”, con un coste de unos 113.736 euros.
Esta instalación permitirá “tener un apoyo en el consumo eléctrico” de la propia piscina municipal “desde una fuente renovable”, destaca el pliego de condiciones que ha sido elaborado por la empresa especializada local Datec Ingeniería.
De tal forma que una vez en marcha la instalación el Consistorio obtendrá “una reducción de los costes energéticos de explotación de las instalaciones, lo cual permitirá un retorno de inversión en un plazo medio”.
El proyecto está apoyado por un “dato orientativo de producción” atendiendo a los datos climáticos donde se encuentra la piscina (el barrio de Duanes de Mar de Xàbia), las características de orientación e incluso la inclinación del techo de espacio deportivo. Y arroja una producción estimada al año de 160,682 MWh/año.
Los paneles solares ocuparán poco menos de la mitad de la superficie de la piscina, en concreto, sobre 232,70 metros cuadrados. Serán un total de 228 paneles fotovoltaicos con una potencia cada uno de 500 Wp, lo que hace un total de 114.000 Wp.
La empresa que asuma el proyecto dispondrá de seis semanas para ejecutarlo, deberá garantizarlo durante un periodo mínimo de 3 años. Además, los módulos deberán tener una garantía del fabricante de un mínimo de 10 años, y una garantía de rendimiento para 25 años.
Una piscina con un certificado de sostenibilidad ambiental pero sin alternativa a la producción energética
En septiembre de 2021 comenzaron las obras de la ansiada piscina municipal, un proyecto, que ha tenido un coste definitivo de unos 6 millones de euros y que según dijo el entonces alcalde, José Chulvi sería la primera piscina de España con “tener certificado de sostenibilidad ambiental Bream”. Un certificado que consiguió el gobierno socialista tras modificar el proyecto inicial e incluir en el mismo aspectos como un jardín con especies mediterráneas o un aparcabicis, sin embargo, ese proyecto no incluyó una instalación o una preinstalación de placas solares, que permitiera reducir el consumo eléctrico de las dos piscinas (la infantil y la grande).
Este aspecto fue uno de los primeros que comprobó el nuevo de equipo de gobierno salido de las elecciones de 2023. El certificado Bream hizo que, entre otras, se colocaran 20 espacios para aparcar la bicicleta, mientras no se había previsto en la piscina una instalación fotovoltaica para compensar el alto coste de mantener el agua de la piscina a temperatura constante.
Ahora la piscina está a pleno rendimiento y tras dos meses de apertura gratuita para todos los vecinos (julio y agosto), en septiembre siguió el éxito con los diferentes abonos puestos en marcha para disfrute y usos deportivos.