DÉNIA. El Cercle Empresarial de la Marina Alta (CEDMA) sopló este martes las velas de su 20º aniversario. Lo hizo en la sala de L’Androna de Baleària, Dénia, ante más de 200 personas de la escena política, social y empresarial de la comarca.
El ‘parto’ oficioso del CEDMA fue el 10 de agosto de 2004, si bien la celebración se ha postergado unos meses por motivos de la dana y sus terribles efectos.
Charla de presidentes
En el inicio del evento, las tres primeras personas que presidieron el CEDMA salieron al escenario: Miguel Agulles, Sonja Dietz y Benito Mestre protagonizaron un coloquio acerca de los orígenes de este colectivo, acompañados de la periodista Concha Pastor, conductora del acontecimiento.
“Me ha sido relativamente sencillo seguir la estela de Miguel y Sonja”, destacó Benito Mestre, actual presidente de la agrupación empresarial, haciendo “gala de nuestro lema, #JuntosSomosMásFuertes”. Agulles relató el momento fundacional, “con reuniones y más reuniones”.
Reivindicando el tren
Mientras, Dietz volvía a ser la imagen de la reivindicación: “Tuvimos que quejarnos, eran fechas donde salíamos de la crisis financiera de 2008 y había que reactivar proyectos”. Casi antes de cerrar el coloquio dejó otra muestra, deslizando que “a ver si llega ya un tren eléctrico que nos lleve a Gandia”. En esta ocasión no hubo ningún cargo de la Generalitat Valenciana que recogiera el guante.
A falta de tren, hubo al menos una visión de futuro de notable acogida. Fue la ponencia de Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante. Bajo el nombre de “Riesgos Climáticos y Desafíos Territoriales en la Marina Alta”, el reconocido experto tiró de su habitual tono divulgativo y cercano.

A vueltas con el cambio climático
Su aportación fue de lo general a lo particular: “No es comprensible que se niegue la evidencia del cambio climático. Sobran los extremismos y hay que abogar por el punto medio, que es la ciencia, con sus métodos e investigaciones”, recalcó, antes de centrarse en el caso de la comarca.
El catedrático ‘confesó’ su “enamoramiento” con la Marina Alta, “que descubrí durante mi tesis, al conocer que el récord de precipitación en España tuvo lugar en Xàbia, con 871 litros el 3 de octubre de 1957”.
Un listado a tener en cuenta
Y del ‘amor’ se pasó a la sensatez, con un listado de tres hechos que según Jorge Olcina afectarán a la Marina Alta en los próximos años. “Me preocupa un mar Mediterráneo tan cálido, ya que hace que los veranos no sean confortables, especialmente las noches”, evaluó Olcina. Esto es, noches de julio o agosto donde se alcanzan temperaturas superiores a los 20º, poco propicias para el descanso. Y hubo datos: “hace no tantos años Dénia presentaba hasta 15 noches tropicales al año, mientras que actualmente son 75 noches al año, y es por el efecto del mar”.
Hubo también mención a fenómenos como las danas: “La calidez del agua moviliza mucho vapor, y se evapora y condensa el agua con gran facilidad, resultando lluvias de hasta 800 litros en 24 horas o casi 200 en una hora, como en la dana de Valencia”. Olcina recalcó que “200 litros de agua en una hora no hay rambla que lo soporte, y por ello hay que dejar los barrancos limpios y no ocupar las zonas de desagüe naturales”.
Un caso muy conocido por todos y todas: “En la Marina Alta hay una orografía particular donde las nubes se anclan en estas montañas, y como pasa en la sierra de Bérnia, cuando cruzas el Mascarat ya llueve menos”.
Olcina también puso el acento en “olas de calor intensas que a menudo llegan a casas construidas en el litoral”, agregando que “se ha trabajado mal el tema de los deslindes, pues el temporal se lleva por delante todo, arena, paseos y casas”.
Soluciones
¿Soluciones? Sí, Olcina las traía debajo del brazo. “No queda más que trabajar, y hay tiempo para paliar estos efectos”. El foco quedó en dos sectores concretos, el turismo y la agricultura.
“Hay empresas privadas que ya están trabajando en la adaptación al cambio climático para que el turismo se beneficie”, aseveró el catedrático. Como beneficios para el turismo citó “la ampliación de la temporada alta, que pronto será de mayo a octubre”. Y para un buen acople, toca “mejorar las instalaciones energéticas de hoteles, ahorrar agua y facilitar el agua en la calle”, con fuentes y similares para que las personas se refresquen cuando el calor aprieta.

Prevenir falta de agua potable
En el caso de la agricultura, fue más directo: “Venimos de un agobio por falta de agua en diversas poblaciones de aquí”, rememoró, seguramente pensando en la falta de agua potable vivida el pasado verano en Teulada-Moraira y Benitatxell. Para no repetir estos episodios, Olcina instó a “crear mancomunidades de agua, consorcios que en la Marina Baixa ya están funcionando, interconectando el agua” dejando el agua desalada como último recurso.
Olcina cerró su ponencia con un mensaje optimista, pues nota que “las empresas y las administraciones públicas se interesan. La ciencia está para ayudar, y un problema se convierte en oportunidad, que en una comarca emprendedora como esta sabe cómo lograrlo”.
El modelo económico comarcal, a debate
Pasado el ecuador del evento, Concha Pastor dio paso a la mesa redonda sobre el ‘Modelo Económico de la Marina Alta: Pasado, Presente y Futuro’. Y, de nuevo, vino un carrusel de vivencias y valoraciones. Abrió ronda Cristina Sellés, presidenta de Aehtma, recordando que “la oferta de restaurantes ha ganado en calidad, el turista es muy exigente y veo que estamos a la altura”.
Mireia Server, CEO de Rolser echó la vista atrás al momento fundacional, recordando que “hace 20 años el sector industrial en la comarca era potente” y cada territorio tenía su “especialización concreta”. Ahora, “algunos se han internacionalizado y otros han cerrado. Vamos al revés que con el turismo”, lamentó Server.
Un modelo anteriormente fragmentado
La radiografía del sector retail vino de la mano de José Juan Fornés, director general de Masymas Supermercats. Fornés tiró de anecdotario para recordar que “algunos quisieron llamar al CEDMA como ‘Círculo de empresarios de Dénia y la Marina Alta’, algo que finalmente quedó como lo conocemos”, recordó mientras arrancaba sonrisas entre los asistentes.
Fornés explicó que “a inicios de los años 2000 el comercio estaba muy fragmentado, muchas tiendas pequeñas en una comarca espectacular por sus productos del mar y también de la montaña”.
Cifras para el sector turístico y residencial
Miguel Agulles, CEO de Serviden se centró en el modelo turístico hotelero y el creciente auge de los alojamientos turísticos: “Los alojamientos están principalmente en los municipios costeros, un modelo que ha crecido junto al desarrollo de las promociones inmobiliarias”.
Agulles dejó el balón botando a Pedro Soliveres, Gerente de VAPF, quien ‘remató’ con datos muy concretos en la Comunitat Valenciana. “Deseo poner en valor el sector inmobiliario y turístico”, que crea “100.000 empleos asociados”, “genera un gasto de 6.000 millones de euros” y con “un 74% de pernoctaciones turísticas en viviendas privadas”.

Más datos y una petición
Soliveres trasladó su batería de datos al caso de la Marina Alta: “Somos 33 municipios, con 166.000 viviendas, de las cuales 96.000 son de segunda residencia y de estas, 58.000 pertenecen a personas extranjeras”.
Y acto seguido, dejó una pregunta en el aire. “El urbanismo se rige por los planes de cada municipio”, muchos de ellos con varias décadas de vigencia tras su ordenamiento. “¿Y cómo vamos a atajar el cambio climático actual con normativas del siglo pasado?”, cuestionó Pedro Soliveres, a modo de petición.
Presencia institucional
Una pregunta posiblemente dirigida a la clase política. En esta ocasión, con presencia de Vicent Grimalt, alcalde de Dénia, Rosa Cardona, alcaldesa de Xàbia, Sergi Ferrús, alcalde de Pedreguer y otros concejales de poblaciones de la comarca como Pego u Ondara. Curiosamente, quedó representada la parte norte de la Marina Alta y no tanto el sur.
Cerró la celebración del 20º aniversario Adolfo Utor, presidente de Baleària, también anfitrión en un acto que volvió a reunir a muchas caras conocidas que abogan por un crecimiento sostenible, pero real, de la economía. Utor, en línea con sus declaraciones ofrecidas en Elche, lamentó el olvido atávico que sufre la comarca por parte de la clase política. "Ya está bien, es un fracaso el que nos pasa", manifestó, recordando que no hay noticias de la ronda perimetral para conectar el puerto con el tráfico viario, la estación de autobuses o el ferrocarril.