ALICANTE. Uno de los objetivos del foro organizado por Alicante Plaza y el Cercle Agroalimentari era conocer los retos del sector y hacerlo desde diferentes puntos de vista. Y así lo hicieron los representantes del sector primario, industrial, distribución y consumidor. Todos ellos coincidieron en varios aspectos: la necesidad de que se cumpla la cadena alimentaria; ajusta la producción a la demanda, y no a la inversa; homogeneizar los procesos y reglas de la sostenibilidad y educar al consumidor de las cualidades de los productos de cercanía y su contribución a la dieta mediterránea.
De esta manera se pronunciaron José Vicente Andreu, presidente de Asaja Alicante; Jesús Navarro, consejero delegado de Carmencita; Pedro Reig director general de Asucova, y Vicente Inglada, secretario general de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, bajo la moderación de Ricardo Abadía, director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela-UMH.
Andreu ha insistido mucho en que la cadena agroalimentaria se ponga en marcha y funcione en un momento en el que se da una tormenta perfecta, con un incremento de los costes y que éstos no se pueden repercutir en el precio final del producto. "Actualmente, el sector no puede soportar los precios y estamos vendiendo más barato que otros años", ha lamentado Andreu, quien ha cuestionado que si no se cumplen las condiciones de la cadena agroalimentaria, el sistema de producción puede ser inviable".
Jesús Navarro, por su parte, ha defendido que la situación no esta grave para la industria alimentaria, para la cual la etapa de la pandemia ha supuesto una "verdadero aprendizaje". El CEO de Carmencita ha atribuido el éxito de su compañía a la creación de una marca hace ahora 100 años y a la diversificación del producto. Ha reconocido que, como a todos, el precio de las materias primas se han incrementado un 25%, pero ha augurado que este escenario remitirá. "Se va a estabilizar y pronto recuperaremos los equilibrios de 2019", ha dicho Navarro. El representante de Carmencita sí que ha criticado las disfunciones para armonizar el uso de envases y la gestión de los residuos, uno por cada comunidad autónoma, razón por la cual ha abogado por "buscar un equilibrio entre la sostenibilidad y la competitividad".