ALICANTE. El cierre de 2021 para el turismo de la provincia de Alicante ofrece unos resultados discretos, según el balance ofrecido este martes por la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA). La tasa de ocupación hotelera para el conjunto del año se queda en un 52,5%, "una cifra que supera ampliamente el 44,1% que marcó 2020, pero que, sin embargo, dista 23,8 puntos porcentuales del año previo al inicio de la pandemia, 2019", según las mismas fuentes.
"El balance de este año es, por tanto, agridulce. Por un lado, se produce una notable remontada de la tasa respecto a los peores momentos de la crisis de la covid-19, pero las cifras confirman que las expectativas de plena recuperación, por ahora, quedan todavía lejos", añaden fuentes de APHA, a través de un comunicado. En esta línea, las mismas fuentes remarcan que "2021 ha estado marcado por las constantes restricciones sanitarias. Por un lado, las trabas a los viajes nacionales e internacionales han sido una constante hasta la generalización del certificado verde digital coincidiendo con el verano. Por otro, las limitaciones horarias y las referidas a los grupos máximos para la reuniones o servicios de hostelería y restauración han traído de cabeza al turismo alicantino. La Comunitat Valenciana se ha caracterizado, a excepción del último tramo del año, por ser una de las más restrictivas y eso ha restado competitividad en momentos de extrema volatilidad de la demanda".
APHA subraya que "la pandemia está lejos de poderse dar por superada y el turismo es un sector notablemente vulnerable a situaciones en las que la libertad de movimientos está restringida o existen límites horarios o respecto al número de personas que pueden sentarse a una mesa. La recuperación es todavía débil y cualquier revés en la evolución sanitaria se traduce automáticamente en frenos a las reservas y cancelaciones".
Respecto a las perspectivas para 2022, APHA confía en que "la recuperación de la ocupación hotelera seguirá avanzando, pero la incertidumbre sanitaria está aún muy viva y lo sucedido en los últimos compases del año con la irrupción de la variante ómicron nos invita a ser prudentes tanto respecto a las previsiones de ocupación como en cuanto a la estabilidad general de la actividad".
"En esta coyuntura es necesario mantener una actitud vigilante frente a los desafíos que la pandemia pueda ofrecer y se debe seguir apostando por apoyar al tejido empresarial para mantener su capacidad de generación de riqueza y bienestar cuando la crisis ceda definitivamente", añade APHA. Así, sostiene que "programas como el Bono Viaje o las subvenciones de las distintas administraciones para paliar los efectos de esta difícil situación se han mostrado exitosos y deben mantenerse. Nos preocupa especialmente, por el contrario, la iniciativa del gobierno valenciano de gravar al turismo con una nueva, injusta e inoportuna tasa que amenaza la competitividad de nuestros negocios y, lo que es peor, traslada una imagen de rechazo al viajero que lastra nuestra reputación y es radicalmente opuesta a la hospitalidad que hemos logrado afianzar como seña de identidad del turismo valenciano".
Diciembre, al 48,7%
Por su parte, el último mes del año ha concluido con una tasa de ocupación hotelera del 48,7% para la provincia de Alicate, una cifra que supera el 29,2% de diciembre de 2020, pero que está 8,2 puntos porcentuales por debajo del 56,9% que marcó en 2019, según las estadísticas de APHA.
De acuerdo con los datos de la asociación, la ciudad de Alicante ha conseguido una ocupación a del 48,3%. Las mejores cifras se han dado en Guardamar del Segura (74,0%), Playa de San Juan (59,1%) Orihuela (49,8%) o Jávea (48,7%). Por debajo de la media provincial se ha situado San Joan d’Alacant (47,0%), los hoteles de interior (34,1%), El Campello (29,3%) o Santa Pola (28,7%). Por zonas, Costas y Playas ha llegado al 52,4%, mientras que Interior se ha situado en un 39,7%.