ELCHE. El centro de congresos Ciutat d'Elx acogió ayer la segunda edición del foro de Sanidad Privada que organiza Alicante Plaza: Sanidad pública o privada. Servicios de calidad en nuestro sistema sanitario. Aquí se abordaron tres temáticas: los servicios de los hospitales, tanto públicos como privados; los nuevos espacios hospitalarios, y las nuevas formas de comercialización de los seguros.
En el primer bloque, el de los hospitales participaron el director ejecutivo de Vithas Alicante, José Luis Pérez-Mateo; el director general de IMED Hospitales, Luis Cuenca; el director gerente de Quirón, Gerson Morales; la directora médica HLA Vistamerhosa, Concha Giner; el adjunto a la Dirección General de Clínica Benidorm, Eduardo Burguero, el director general de Oftálica, Enrique Chipont, y el director adjunto a gerencia de Ribera Salud, David Zafrilla.
Esta mesa redonda vino marcada por un debate en el que participaron los representantes de estos cinco hospitales privados que operan en la provincia. En este espacio se trataron asuntos como el reto de captación de profesionales para la sanidad privada, el papel de la administración pública y las instituciones con el sector sanitario, las posibles consecuencias del Brexit o la articulación del sector y englobar a la sanidad privada en un cluster.
En este foro, Enrique Chipont comenzó su intervención poniendo de relieve las dificultades para encontrar profesionales nuevos que puedan integrarse en la sanidad privada y las medidas que cree que deberían tomar desde las instituciones. Así, mantiene que es complicado convivir y trabajar en los dos sistemas sanitarios "porque el público lo pone difícil". Asegura que es difícil encontrar oftalmólogos. Para Eduardo Burguero, existe el mismo problema y afirma que hay miles de doctores que se jubilarán en los próximos años y que por ello, han dado el paso de tratar de contratar a profesionales de fuera, mayoritariamente de Holanda,de donde provienen buena parte de sus pacientes. No obstante, las barreras del idioma ponen difícil que se puedan incorporar a su equipo médico. Para Burguero "roza lo absurdo" las incompatibilidades entre los dos sectores sanitarios y los requisitos reclamados.