CASTELLÓ. Se sabe que el Mar Mediterráneo es el mar más contaminado del mundo pese a que representa tan solo el 1% de los mares y océanos del planeta. Se sabe que cada año se vierten 8.000 millones de toneladas de plástico a nivel global. Y que el turismo masivo es uno de los principales responsables de la basura que acaba en el mar, puesto que los residuos se incrementan en un 40% cada verano. Se conocen las preocupantes cifras, pero otra cosa son las soluciones al problema.
Desde el aula de Diseño Industrial de la UJI han querido aportar su 'granito de arena' convirtiendo redes de pesca en muebles destinados a restaurantes y cafeterías. Y es que, dentro de la cantidad de plásticos que acaban cada año en el mar, al menos un 40% provienen de actividades derivadas de este gremio. Ante esto, más de 4500 pescadores de España, Italia y Grecia se encargan cada año de recoger redes de pesca, que posteriormente son entregadas a startups como la alicantina Gravity Wave, con la que los alumnos de la Jaume I han colaborado, para que revaloricen estos residuos.