VALÈNCIA. Aunque este año los Goya volverán a hacer el vacío al diseño, los profesionales valencianos siguen coqueteando con el séptimo arte a través de una de sus figura más celebradas: Berlanga. El sector de la cultura se vuelve a acercar a la obra del cineasta en los que son los últimos coletazos del año dedicado al creador, una revisión que ahora pasa por repensar la cartelería de algunos de sus títulos más recordados. Cinco diseñadores valencianos –todos ellos galardonados con el Premio Nacional de Diseño- han sido los encargados de reimaginar la imagen principal de La vaquilla, El verdugo, Bienvenido Mr. Marshall, Plácido y La escopeta nacional. ¿Los encargados del rediseño? También, como Berlanga, pueden ser nombrados por el apellido, un grupo de primeras espadas del diseño formado por Mariscal, Gallén, Nebot, Gimeno y Lavernia. Este supone uno de los pistoletazos de salida de las celebraciones en torno a los Goya, en esta ocasión desde el Palau de la Generalitat, donde se podrán ver hasta el mes de marzo.
Pepe Gimeno, Premio Nacional del Diseño 2020 y autor de la imagen de Les Corts o Metrovalència, ha sido el encargado de revisar la imagen de La vaquilla, una cinta que se sitúa en la primera línea de fuego de la guerra civil, aunque, eso sí, “intenta desmitificar el carácter heroico” del enfrentamiento armado. “Hace de la guerra algo cotidiano”, destacó Gimeno durante la presentación, en el que desveló que se planteó en un primer momento el cartel de una manera “muy tipográfica”. En la imagen, marcada por el propio título de la cinta, dos elementos principales marcan la imagen, dos banderillas clavadas, una con la bandera española y una segunda con los colores de la republicana.
Marisa Gallén, Premio Nacional en 2019 y presidenta de la asociación València Capital Mundial del Diseño 2022, por su parte, ha hecho lo propio con La escopeta nacional, algo que fue un reto pues, tal y como ella contó, no es su filme favorito del cineasta valenciano. Sin embargo, pronto vio el reto como oportunidad. “Me ha tocado la lotería”. La cinta presenta una sátira de las élites del tardofranquismo, un “disparate” que Gallén resume con la imagen de una escopeta de la que, como aquellas de las tiendas de artículos de broma, sale un banderín (español y muy español) con la palabra ‘¡BANG!’ sobreimpresa.