CASTELLÓ. No duda Lluís Bort de que la fotografía por sí sola pueda generar cambios. Ya lo dicen, una imagen vale más que mil palabras, y es que en realidad hasta que nuestros ojos no ven, muchas veces no llegamos a comprender la magnitud de un hecho. La fotografía es necesaria para visibilizar problemas, denunciar injusticias y comprender el mundo en el que estamos. Pero si además la acompañamos de información puede convertirse en una herramienta de cambio poderosísima.
En 2019, el castellonense Lluís Bort se puso manos a la obra y empezó a retratar muchos de los edificios de Mallorca que habían quedado abandonados pese a su importancia histórica. Pero además de capturarlos, el fotógrafo y arquitecto decidió acompañar su trabajo, al que acuñó Arquitecturas vacías, de información detallada sobre su historia, así como de una serie de pautas que las administraciones deberían seguir para recuperarlos y ponerlos en valor.
"No quería que mis fotografías únicamente llamaran la atención, sino que a través de ellas quería mostrar soluciones", explica el castellonense, quien aconsejaba a los ayuntamientos acometer estos trabajos mediante ayudas económicas como los Fondos Feder o la redacción de un Plan Director, así como creando jornadas de participación ciudadana con los vecinos de la localidad para pensar nuevos usos de acuerdo a sus necesidades. "El trabajo quiere mostrar la oportunidad que hay en la rehabilitación de estas arquitecturas. Desde nuevos usos como museos, salas de exposiciones o casales de barrio entre otros".