VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana cerró 2023 con mayor número de oficinas bancarias que el año anterior. Fue el primer ejercicio en positivo desde la crisis de 2008, que trajo consigo una contracción del mercado financiero apoyada también en la digitalización, así como en las diferentes fusiones y absorciones de entidades.
En concreto, se contabilizaron 1.707 sucursales, 53 más que a finales de 2022, lo que supone un alza del 3,2%. Una cifra en positivo que, no obstante, sigue quedando muy lejos de las 5.061 que había en la Comunitat Valenciana hace tres lustros. Aproximadamente dos de cada tres sucursales han bajado la persiana desde entonces, lo que ha supuesto la exclusión bancaria de miles de valencianos y decenas de municipios.