ALICANTE. La resolución de la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Hacienda por la que se confirma la concesión de la gestión de la antigua refinería de La Británica al Ayuntamiento de Alicante abre todo un abanico de posibilidades para su reconversión en complejo cultural que contribuirá a atraer la llegada de visitantes a la ciudad. Primero, por la posibilidad de contemplar la singularidad de una entramado industrial subterráneo casi único. Y segundo, por el contenido artístico-cultural que se le acabe dando al complejo en cuanto se lleven a cabo los trabajos necesarios para consolidar sus estructuras y facilitar el acceso público.

Hasta ahora, el anteproyecto trazado por Escalar Estudio de Arquitectura contempla que el recinto pueda tener un uso multifuncional en el que tendrían cabida conciertos, actuaciones musicales, exposiciones e incluso congresos de tamaño medio, tras la adecuación de las galerías y de sus ocho bóvedas principales (junto a otras 16 de menor tamaño) que conforman el recinto. Además, también se conjugaría la utilización de espacios abiertos: no solo de los depósitos externos, sino también de espacios generados a modo de plaza junto al frente de cantera.