ELCHE. La industria del calzado español sigue haciendo gala de resiliencia y ha cerrado 2023 con un ligero ascenso en las exportaciones en valor que no refleja la complicada situación por la que atraviesa el sector.

Aunque el valor total de las exportaciones ha registrado un ascenso del 6,6%, el volumen de las mismas ha caído un 0,23% en comparación con el año anterior.

"Más allá de las cifras, en las empresas existe una gran preocupación por la situación que atraviesa el sector como consecuencia, principalmente, de la caída del consumo, la inflación y el difícil clima internacional generado por todos los eventos geopolíticos actuales", explica Imanol Martínez, director de Internacionalización y de Marketing de la Federación de Industrias del calzado de España (FICE). Martínez explica que "hemos exportado menos zapatos aunque a un mayor precio".

Por otra parte, destaca que "es necesario analizar los datos por semestres para hacernos una idea real de lo que ha ocurrido en el sector. En los seis primeros meses del año se produjo una situación inesperada, con datos positivos tanto en pares vendidos (+1,7%) como en valor (+14,4%). Datos que superaban las expectativas de los empresarios, que ya avisaron por entonces que la situación se agravaría a partir del segundo semestre".

Y estaban en lo cierto. Las exportaciones del segundo semestre han caído un 2,3% en pares y un 0,3% en valor respecto al mismo periodo de 2022.  

En resumen, después de un buen rendimiento en 2022 y el primer semestre de 2023, la segunda mitad del año mostró un cambio de tendencia. Las exportaciones, que habían experimentado un crecimiento en el primer semestre, se desaceleraron en el segundo, reflejando el impacto del deterioro del consumo y las condiciones económicas y climáticas adversas. Así las cosas, de cara a 2024 las empresas son muy prudentes ya que se espera que las exportaciones sigan cayendo.