ELCHE. Han pasado ya cuatro años desde la paralización in extremis de la demolición de la fachada de Nuevos Riegos El Progreso, ordenada por la Conselleria de Cultura el 11 de enero de 2018. Contando con la polémica que generó el conocimiento del futuro derribo el año anterior, son ya cinco años los que lleva dando que hablar esta portada recayente en la Plaza de la Constitución. Ahora, el caso está en visos de ver la luz al final del procedimiento. Eso sí, la alternativa que ha planteado la Conselleria de Cultura es la de mantener la fachada donde se ubica, sin retranqueos.
El bipartito esperaba cerrar 2021 con una solución, pero tendrá que esperar. Eso sí, de forma oficial, porque de forma oficiosa ya saben que la fachada de la antigua sala de aguas seguirá en su ubicación original. En este sentido, ya que Cultura fue quien paralizó primero el derribo y suspendió la licencia y quien ganó el contencioso al Consistorio, como adelantó este medio, al considerar que merece conservarse a pesar de no estar protegida, será quien decida. Y lo que ha decidido ya es conocido por el Ayuntamiento aunque de forma oficiosa: mantener su alineación.
De hecho, la administración autonómica dio las orientaciones a la administración local, que mediante el departamento de Urbanismo ya se la ha presentado. Por lo que tan solo queda esperar a que Cultura dé su plácet a una propuesta que ha tutelado previamente. Las indicaciones han propuesto que, sin llegar a conectar con el edificio detrás, la fachada 'insinúe' unas vigas que arranquen desde la fachada hasta la cubierta del inmueble. Esto dejará para los viandantes un paso entre la fachada y el edificio, que sí se retranqueará para alinearlo con el resto de la calle de acuerdo al Plan General. Es decir, se retranquea el volumen del inmueble, que ganará una altura más aumentando la planta baja, pero no se alinea la fachada.
Así, aunque en el preacuerdo con los promotores y el Ayuntamiento se había planteado 'conectar' el inmueble con la fachada, si finalmente no hay tal unión, esta última quedaría relativamente aislada y en suelo público, mientras que la parte privada, la del inmueble, sí se alinearía para adentro. Así que habría que reordenar la manzana, probablemente con una modificación puntual del Plan General o un Plan de Reforma Interior (PRI); pues necesita una figura urbanística más amplia que el habitual Estudio de Detalle.