ALICANTE. La controversia suscitada entre la Conselleria de Educación y Cultura y el Ayuntamiento de Alicante a cuenta de la construcción del nuevo edificio en el que agrupar los conservatorios de música de la ciudad en el complejo educativo del Tossal llegó este jueves hasta el foro parlamentario de les Corts. El asunto fue objeto de debate a partir de la pregunta parlamentaria formulada por el grupo de Ciudadanos (Cs) a la titular del departamento autonómico, Raquel Tamarit. "¿Considera que el alumnado del conservatorio de música de Alicante estudia en unas instalaciones dignas y seguras?", rezaba la pregunta, en alusión a las quejas manifestadas por los representantes del AMPA sobre las condiciones del edificio del Conservatorio de Música José Tomás, situado en la calle San Fernando.
Y la respuesta de Tamarit llegó en forma de otra batería de preguntas. En este caso, dirigidas a los responsables del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, y en concreto, al edil de Urbanismo, Adrián Santos Pérez -precisamente, de Ciudadanos- sobre el que se preguntó si estaba dispuesto a conceder la licencia necesaria para que se ejecute el proyecto promovido por la conselleria.
Así, insistió en que su departamento dispone ya de un proyecto redactado con el que se prevé una inversión de 10 millones para construir un nuevo edificio en el Tossal, que se asentaría sobre una parcela de 9.000 metros y que permitiría contar con 5.000 metros cuadrados de superficie útil, además de otros 2.000 metros de zonas ajardinadas y otros 4.400 para patios, zonas de aparcamiento y accesos. Según concretó, se trataría de habilitar un centro integrado por dos bloques de edificios longitudinales ortogonales en la pendiente de la vertiente de la montaña y separados por un gran patio central abierto lateralmente, además de un amplio vestíbulo exterior para el salón de actos y la cafetería.
Es más, según fuentes consultadas, detalló que los edificios estarán interconectados por un puente transversal que articulará el nuevo conservatorio. El mayor aulario, de planta baja y dos alturas, se adaptará al desnivel del Tossal, mientras que el otro bloque, de menor altura, para no tapar las vistas de la ciudad, tendrá una volumetría más compleja y estructurada en varios segmentos en ángulo no sólo para adaptarse al entorno, sino también para mejorar la acústica de las salas de ensayos y el auditorio, como ya ha informado este diario.