ALICANTE. No ha podido ser. La conocida empresa textil alcoyana Lencera ha sucumbido a sus problemas de insolvencia, y el concurso de acreedores al que se acogió de forma voluntaria hace algo más de un año y medio ha terminado con su liquidación. Así lo recoge el edicto del juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante publicado el pasado viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para notificar a los interesados. La empresa ha cerrado definitivamente y su página web está desactivada.
Según la resolución publicada, el juzgado ha abierto la liquidación concursal de Sociedad Textil Lencera, que entró en concurso de acreedores a principios de 2020, antes de que estallase la pandemia. Inicialmente, el juzgado había decretado la intervención de la empresa por parte del administrador concursal designado, un abogado alicantino, pero no suspendió las facultades de los administradores de la empresa. Más tarde adoptó la decisión contraria, y finalmente la empresa no ha logrado reordenar su deuda y ha acabado en liquidación.
La empresa alcoyana, una histórica del sector, saltó a la fama hace unos años al convertirse en la proveedora de los manteles que la Casa Real empleó en la boda de la Infanta Elena con Iñaki Urdangarín. A partir de ahí, repitió en la boda de Felipe VI con Letizia Ortiz y se convirtió en un proveedor habitual de las cenas de gala del Palacio Real. A la Casa Real, la empresa alcoyana sumó con los años otros clientes habituales de postín, como los monumentos de Patrimonio Nacional, el Senado o la red de Embajadas de España.