ALICANTE. "No estamos acostumbrados a rodar en estas localizaciones", testifica Koldo Serra, uno de los directores de La casa de papel (LCDP), de Netflix, y ahora también de Sin huellas, una serie original de la competencia, Amazon Prime Video. No es una frase con connotaciones negativas, al contrario; destaca la frescura, el cambio de realidad territorial, el paso de unas vistas a otras diferentes. Como ya publicó este medio, Sin Huellas es una Amazon Original con un género peculiar: el paella western, que entremezcla humor y drama, Alicante y Barcelona, suspense y realidad social. Todo este recorrido, llevado de la mano de las actrices Carolina Yuste (Desi, en la serie) y Camila Sodi (Cata). En la dirección de la primera temporada quedaos con estos cuatro nombres: Paco Caballero (El vecino), Gemma Ferraté (Todos los caminos de Dios), Samantha López Speranza y Koldo Serra (LCDP). Alicante Plaza vivió desde dentro el rodaje de uno de los ocho capítulos y estuvo presente en una mesa redonda coral con los dos últimos directores. Esto fue lo que confesaron.
- Sin huellas es una serie con muchos géneros. ¿Cómo fue dar cono ese tono adecuado?
KOLDO SERRA: Todavía no sé si lo hemos conseguido (ríe). Trabajando con los actores y actrices vimos cómo llevarlo y cómo lograr esa comicidad que surge del vaivén entre géneros. Hay thriller, acción, drama, humor… Pero todo con un mismo tono, con una especie de realidad alicantina que funciona muy bien.
SAMANTHA LÓPEZ SPERANZA: Es una genialidad que viene desde guion y, luego, de los showrunners. Nosotros le dimos impulso, pero ya viene escrita.
- ¿Teníais ese miedo de combinar tantos géneros?
KOLDO: Con todos estos ingredientes estamos jugando a combinar tonos y a irnos del thriller puro en el que todo el mundo tiene cara de palo. A mí el cine coreano me fascina, porque son capaces de mezclar tonos con tranquilidad; el costumbrismo más bestia con el lado más salvaje del thriller. Y te lo comes con patatas. Aquí a veces nos cuesta; parece que solo podemos hacer comedia o solo podemos hacer thriller.
- ¿Por qué creéis que en España da tanto miedo la mezcla?
KOLDO: Porque no estamos acostumbrados. Es una cuestión de que no nos hemos metido a hacerlo, pero haciéndolo vemos que sí se puede. El hecho de que ahora haya tanta plataforma apostando por contenido diferente te da pie a apostar por contenido diferente.
- El western es un género históricamente masculino. ¿Qué aporta contar esta historia a través de dos mujeres de origen humilde?
SAMANTHA: Es encontrarle la vuelta a todo. Darle la fuerza a las chicas (que siempre la hemos tenido, pero no nos habían dejado la cancha). Ahora son ellas las que tienen el poder, pero van de la mano de todo el mundo. Es decir, ellas están empoderadas, porque son así desde el principio, pero al lado de sus hombres, de sus chicas, de sus chiques… No estamos tratando de empoderarlas, porque ya son así desde el principio. El western les suma y ellas le suman al western.
- ¿Cómo es dirigir a ocho manos?
KOLDO: Hay un padre superior, que es Paco Caballero. Es quien coge las riendas y marca con el primer episodio el tono y el lenguaje que va a llevar. Obviamente hablado con todos, que hemos llegado a un punto de encuentro. Somos directores diferentes, pero hay mismos montadores y mismos directores de fotografía para toda la serie. Es evidente que todos hemos hablado de un tipo de código y lenguaje, orientado al western, con planos largos y contemplativos, buscando encuadres del spaghetti.
SAMANTHA: La serie venía muy clara desde un principio y todo el equipo hemos contado una serie que es una sola. Nosotros no hemos querido hacer nuestro capítulo, sino la serie. Es unificada y entera, aunque todos tenemos un toque.
- ¿Cuál es el motivo de que haya tantos directores?
SAMANTHA: Esto está pasando mucho en las series de ahora. Hay mucho contenido y muchas visiones y todo esto se le da a unos ojos. Eso hace que podamos vender una serie más amplia y abierta.
KOLDO: Actualmente, lo extraño es que haya un solo director. Si una misma persona fuese la directora de los ocho episodios, primero que habría muerto y segundo que no habría entrado en montaje todavía. Es una cuestión de salud.