EL PINÓS. La empresa pinosera Cisternas Hurtrans —dedicada al transporte de líquidos alimentarios— y su segunda sociedad, Tank Hurt (registrada en Murcia), han conseguido superar el concurso de acreedores al que se vieron abocadas en 2014 como consecuencia de la crisis financiera. Unos 7 años después y con una reducción de la deuda del 50 %, según publica el BOE, la compañía ha logrado saldar sus pagos pendientes y evitar la liquidación.
José Antonio Hurtado, el dueño y gerente de la empresa familiar que en 1960 fundó su padre, se sincera al analizar para este diario los últimos años de su negocio: “Ha sido muy duro, muy duro —insiste—, porque cuando una empresa entra en concurso, la gente piensa que, más pronto o más tarde, se deshará”. Precisamente por ese motivo, asegura que todo lo que se han encontrado en este tiempo han sido “puertas cerradas” de bancos y particulares que, pudiendo ayudarles, no lo han hecho por falta de confianza. Su salvación —asevera— han sido el personal, los proveedores y los clientes que, pese a todo, decidieron quedarse: “Gracias a esa triple combinación, la empresa ha continuado teniendo trabajo, ha podido hacerlo y ha llegado al final feliz de salvar el concurso”.
Aunque la crisis bancaria estalló en 2008, Hurtrans trató de resistir el impacto hasta que, en 2012, no pudo soportarlo. Fue entonces cuando, según el propietario, comunicaron la necesidad de ir a un concurso de acreedores y, dos años más tarde, cuando se lo aceptaron. Reconoce claramente que la recesión económica los arrastró, pero se enorgullece por el riesgo asumido en su momento: “La empresa era viable y el tiempo lo ha demostrado”. Aun así, después de lo sufrido, José Antonio Hurtado se pronuncia con franqueza: “No se lo deseo a nadie. Es una situación muy difícil de superar, y solo con tesón, honradez y motivación, se puede salir”.