ELCHE. El pasado mes de marzo, el mismo día que el presidente Ximo Puig daba por finiquitada la deuda histórica de 43 millones de euros con la ciudad por las inversiones realizadas, también anunciaba que la Generalitat se comprometía a culminar el ansiado final de la Ronda Sur, una vía a la que apenas le quedan 2 kilómetros pero con un coste de unos 20 millones de euros. Tras el cambio en las consellerias, pasando ahora de Arcadi España a Rebeca Torró en Política Territorial, el regidor Carlos González intenta amarrar una vez más la obra. Sin embargo, el bloqueo de esta y otras infraestructuras viene de más 'arriba'.
El president se comprometió a sufragar esta obra con el fondo extraordinario de los 300 millones de euros que el Gobierno central transferirá a la Generalitat Valenciana en compensación por las bajas inversiones en infraestructuras. El fondo, que priorizará la provincia y actuaciones como la ilicitana, tiene en cualquier caso un hándicap, y es que aún no se ha firmado el convenio entre el Estado y la administración autonómica. El motivo es que sendas administraciones tienen que encontrar la fórmula jurídica para poder transferir a la conselleria los 300 millones, que destinaría 200 millones de transferencia de capital para financiar infraestructuras y 100 millones para innovación en materia de movilidad. A todo ello se ha de sumar que la inflación y la crisis energética han dejado cuestiones como esta, que se quería solucionar en enero, han quedado en un segundo plano.