EL CAMPELLO. Las noches de verano en la playa de Muchavista tienen un encanto especial. Frente al mar Mediterráneo, donde la brisa y el sonido del mar invitan a bajar el ritmo, El Gato Blanco se transforma, de jueves a domingo, en La Luna de El Gato: un rincón donde cenar sin prisas, con una copa en la mano y el cielo estrellado como compañía.
La propuesta es sencilla y apetecible: una carta de tapas caseras y platillos para compartir, elaborados con el mismo mimo y producto fresco que definen la cocina de su chef y propietario, Federico Pian.
Cada semana, la carta cambia según lo que llega de la lonja y del mercado, pero siempre hay sabores para todos los gustos: desde una tortilla de patata con mejillones escabechados o una coca de berenjena y tomate, hasta un pescado del día marinado o carnes melosas como la costilla de ternera con salsa verde y el cordero con puerros. Para terminar, postres caseros como tiramisú o pastel de chocolate blanco.
La Luna de El Gato no ofrece un menú cerrado, sino una experiencia en el lugar perfecto para quienes buscan algo más que una cena, un refugio donde disfrutar de la tranquilidad, del mar y de una cocina honesta con el toque personal de Fede Pian.

- El Gato Blanco
El proyecto personal de Federico Pian
Abierto en 2021, El Gato Blanco es el proyecto personal de Federico Pian. Tras trabajar en Florencia y Londres, se consolidó en España en restaurantes de alto nivel de Cataluña hasta recalar en Monastrell (Alicante), donde ejerció como jefe de cocina durante una década.
Ahora, en El Campello, cada mediodía, El Gato Blanco ofrece un menú degustación de mercado (36 euros), que varía a diario. Incluye seis bocados, un principal a elegir (arroz, pescado o carne), postre, agua y pan. Una propuesta que refleja su filosofía: sencillez bien entendida, respeto por el producto y una cocina mediterránea que emociona.